Defensoría del Pueblo para dummies: ¿qué es? ¿Para qué sirve? ¿Quiénes son voceados para dirigirla?

Este martes elegirán al Defensor del Pueblo, un cargo que será crucial en los próximos cinco años de cara a los distintos frentes de lucha por los derechos de las minorías que se desarrollarán en nuestro país.

Pero, ¿qué es la Defensoría, ah?

La Defensoría es un ente autónomo del Estado peruano encargado de defender los derechos de la persona y la comunidad. Por ejemplo, la página de la Defensoría del Pueblo tiene, entre muchos otros informes, un mapa completo sobre la conflictividad social en nuestro país. Problemas de las comunidades que están en desarrollo y algunos otros que permanecen latentes. También la Defensoría se ha encargado de dar a conocer la situación de desventaja en que viven las personas LGTB en el Perú. Es un referente para medir la temperatura del país.

Walter Albán, exdefensor, lo resume facilito para ti:

«Los sucesivos gobiernos han considerado que el defensor del Pueblo es un enemigo público».

Al defensor lo elige el Congreso de la República con 87 votos. El fujimorismo ya tiene 73.

Historia de la peloteada máxima

Lo primero que tienes que saber es que Eduardo Vega, actual Defensor del Pueblo, tiene un cargo transitorio, es decir, no fue elegido por el Congreso. Él ejerce el puesto desde abril de 2011, cuando Beatriz Merino renunció porque se cansó de esperar a su reemplazo. Su gestión ya había concluido legalmente en noviembre de 2010, pero nadie había elegido al nuevo defensor.

La primera vez que el Congreso intentó nombrar un Defensor del Pueblo fue en lo que recuerdas como la repartija. Sí, por la que saliste a tirar piedras y a nebulizarte con gas lacrimógeno  en las principales avenidas de la ciudad. En aquella ocasión eligieron a la ahora regidora municipal, Pilar Freitas, pero pesaron más sus anticuchos y la sacaron del cargo con 108 votos a favor.

Ahí estás tú antes de ser correteado a bombazos por la Policía.
Foto: La República

Pero hubo un segundo intento

La segunda ocasión fue en mayo de este año. Eduardo Vega y Gastón Soto Vallenas fueron propuestos pero no alcanzaron los votos necesarios.

Ahora el Congreso intenta elegir nuevamente

¿Samuel Abad o Walter Gutiérrez?
Imagen: Útero.Pe

Entre quienes fueron propuestos por este Congreso para reemplazar a Eduardo Vega no hay ninguna mujer, como cuestiona el adjunto para asuntos ambientales y servicios públicos de la Defensoría del Pueblo, Iván Lanegra.

Los candidatos son:

Samuel Abad

Fue propuesto por el Frente Amplio y es increíblemente apoyado por El Comercio. Abad fue adjunto en temas constitucionales en la Defensoría por un largo periodo de 11 años. Fernando Tuesta resume su trayectoria así:

«Constitucionalista con amplísima y reconocida experiencia. Doctor en derecho y profesor de la PUCP y de la Universidad del Pacífico, trabajó por muchos años en la Defensoría del Pueblo. Cuenta con todas las credenciales necesarias para ser el próximo Defensor del Pueblo».

Walter Gutiérrez

Su candidatura es avalada por Acción Popular. Es el candidato favorito de los fujimoristas, según Híldebrandt en sus Trece. De hecho, la parlamentaria naranja, Maritza Gutiérrez, adelantó que su bancada votará por él.

“Tengo información por los voceros, creo que vamos a escoger al señor Gutiérrez, y hay otras bancadas que se están sumando y parece que el gobierno mismo también se inclina por Gutiérrez”.

Sin embargo, según el semanario, un grupo de ellos no quiere hacerle caso a Keiko y prefieren votar por Enrique Mendoza.

El abogado Iván Lanegra ha recordado que Gutiérrez renunció a investigar la masacre de Bagua ocurrida durante el gobierno aprista:

«Fue una de las tres personas que el gobierno de Alan García designó para conformar una Comisión que investigaría dichos luctuosos sucesos. Sin embargo, renunció a dicho cargo».

Enrique Mendoza

Ni fu ni fa, dicen todos. Fue propuesto por Alianza para el Progreso. El Comercio lo resume así:

«Mendoza, por su parte, ha sido presidente del Jurado Nacional de Elecciones y de la Corte Suprema de Justicia. Dos cargos de suma importancia y en cuyo desempeño no ocurrieron mayores tropiezos o escándalos, pero tampoco mayores méritos por destacar».

Mendoza también se opuso a que a la comisión del Congreso que investigaba el caso Ancash citara a los jueces involucrados:

«No podemos estar rindiendo cuentas a una comisión (Ancash) de las acciones del Poder Judicial y de las acciones jurisdiccionales, más aún si ya están judicializadas. Ahí la situación es: ‘fuera mano y zapatero a tus zapatos’, porque los señores no van a sentenciar ni condenar».

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Que dos grupos tan opuestos como el Frente Amplio y El Comercio respalden públicamente a un solo candidato, en este caso Samuel Abad, es porque sus cualidades deben ser irrebatibles para el cargo de Defensor. Como dice el papelote en su editorial:

«Si bien los tres postulantes poseen virtudes que justifican su nominación, es nuestra opinión que uno de ellos resalta ampliamente por sus mejores credenciales para ejercer tal responsabilidad: Samuel Abad».

Lo feo es que la decisión de elegir a uno u otro para la Defensoría depende en gran medida del fujimorismo.