noticias , periodismo , sociedad Sábado, 23 julio 2016

Los ejecutivos de Sillicon Valley buscan el crecimiento espiritual en Perú tomando ayahuasca

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Más o menos así termina un empresario luego del ayahuasca. Imagen: vía Playground

El coaching empresarial -conjunto de técnicas empleadas para lograr la eficacia, la motivación y la satisfacción personal en el equipo de una empresa- cada vez es más popular en el mundo. Un coach hace que los miembros de la empresa se sometan a prácticas que ayudan a reducir el estrés, fortalecer la confianza en uno mismo y el liderazgo. El portal web Playground, señala un particular método de estas técnicas realizada por el coach empresarial de 44 años, Michael Costuros. Este consiste en un viaje anual para tomar Ayahuasca.

Ahora sí. ¿Qué buscan los empresarios con el viaje?

Costuros ha organizado viajes en los últimos cinco años a Sudamérica para ejecutivos interesados en el «poder curativos del ayahuasca». Ellos van con la esperanza de que esta droga tenga un efecto renovador en ellos: conseguir crecimiento espiritual, solucionar presiones y optimizar capacidades. La última de estas incursiones se realizó la primavera pasada en el Valle Sagrado de los Incas, en Cusco (Perú).

¿Cómo se realiza este viaje espiritual?

El viaje, que llegó a costar para algunos hasta US$ 10 mil, se realizó bajo la dirección de Costuros y de un chamán que participa en la ceremonia.  Apenas llegaron, los participantes pasaron su primer día descansando y disfrutando de masajes relajantes. Al día siguiente, inicia la primera sesión con un cactus alucinógeno llamado San Pedro y las dos siguientes directamente con ayahuasca.
Los empresarios que participaron fueron ejecutivos como Chris Hunter, co-fundador de la bebida alcohólica Four Loko, y Jese Krieger, editor de Lifestyle Entrepeneurs Press, Henrik Zillmer, CEO de AirHelp. Al inicio, todos sufrieron vómito y fiebre. Afirman ser “testigos de su propia muerte”. Luego, sienten como el alma se despega de sí mismos y tienen visiones sobre su propia vida.
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Durante el ritual. Imagen: vía Playground

Así reaccionaron los empresarios luego del ritual

Literalmente, vi el mundo a través de otras personas. De mi esposa, de mi padre, de mi madre… En un momento sentí que mi papel como líder había estado esperándome allí”, explica Chris Hunter.

En el caso de Krieger, el momento cumbre llegó durante el segundo ritual. “A los 20 minutos, toda mi vida se quebró en pedazos. Era como estar en otra dimensión –caleidoscópica, como en un 3D que no podía entender–. A mi alrededor había serpientes y pumas”, reconoce.

Y esto hizo cada uno al volver a EE.UU.

Todos coinciden en que los US$10 mil estuvieron muy bien invertidos y al salir de Perú se dedicaron a otras actividades.

Hunter lanzó Koia, una bebida con proteínas de origen vegetal. La ayahuasca sirvió para que su creatividad saliera a relucir.

Kriger explica que todo se había esclarecido:

“Las oportunidades potenciales vinieron de golpe. Estaba todo listo para funcionar, como si se tratase de un mecanismo de ordenación que me decía lo que tenía que hacer”.

Henrik Zillmer se hizo cargo del departamento de Recursos Humanos:

“Me pareció que era la mejor forma de poner en práctica mis nuevas ideas”.

“Es como si mi instinto hubiera cambiado. Ahora tengo más intuición acerca de si algo es beneficioso para el trabajo o si el acuerdo que estamos a punto de firmar es el correcto”, dice Zillmer.

Costuros, que en el pasado fue el fundador de una startup, habla así de su método:

“Todo el mundo quiere ser la mejor versión de sí mismo, incluyendo las empresas. Puedes pasar años trabajando en ella o puedes venir a Perú y hacer muchos procesos en una semana. Se trata de un proceso al estilo Silicon Valley. Llegar lo más lejos posible de la manera más rápida posible”.

¿Te animarías a probar esta experiencia?