corrupción , denuncia , internacionales , narcotrafico , noticias , politica , violencia Jueves, 19 mayo 2016

Una historia de narcotráfico, aviones, la DEA y el lavado de dinero ¿te suena? se trata del ‘Lunarejo’

Es muy probable que para las nuevas generaciones nacidas en la década de los noventa resulte desconocido el nombre de Fernando Zevallos. A lo mucho recordarán a Mónica Zevallos y sus míticos programas de los «Reyes de la risa». Sin embargo, para el buen entendimiento de esta publicación, creemos necesario compartir un viejo spot publicitario de los noventa: el de la extinta aerolínea Aerocontinente. 

¿Ya recordaste? Es muy probable que muchos hayamos visto este comercial por la televisión durante esa época. No obstante, es posible que no recuerdes con exactitud cuál es la macabra historia detrás de sus jingles, por qué desapareció la empresa y, lo más importante, por qué es necesario recordarlo en mayo del 2016 a dos semanas de las elecciones. 

1. Historia de un narcotraficante peruano

El señor Fernando Zevallos Gonzales (más conocido como ‘Lunarejo’ debido a un notorio lunar en su mejilla izquierda), nacido en la región San Martín en 1957, fue el dueño de la otrora aerolínea peruana Aerocontinente. Fundada en 1992, fue la más popular y la más utilizada por la ciudadanía por aquellos años. Con una campaña entonces moderna de marketing y una agresiva guerra de precios, Aerocontinente no tuvo problemas en dejar fuera de juego a sus competidoras de entonces. La empresa del ‘Lunarejo’ alcanzó tanto éxito que no tardó mucho en lograr acceder al mercado extranjero.

«En 1991, Zevallos fundó Aerocontinente luego de adquirir un Boeing 737-200 por US$ 3.5 millones. Con ese avión inició un servicio charter al Caribe y logró que la Occidental Petroleum le otorgue un contrato para un servicio de pasajeros Lima-Andoas-Iquitos-Lima. Al año siguiente adquirió otro Boeing y funda International Pacific Trading en Miami, a nombre de la cual compra otros tres aviones».

El Lunarejo. Foto: El Comercio

Sin embargo, en 1995 empezaron sus problemas. La incautación de 3.5 toneladas de cocaína en Piura no solo activaron todas las alarmas en el país, también ocasionó que se intensifiquen las investigaciones al respecto y su nombre sea relacionado al tema por primera vez. Miguel Ramírez, periodista de investigación, cuenta que fue en el trabajo de campo que escuchó su nombre. La Policía vinculó al ‘Lunarejo’ con el cartel de la droga mexicano Los Norteños. 

«En enero de 1995, la Policía vinculó a Zevallos con la organización Los Norteños, dirigida por los hermanos Jorge, Tito y Manuel López Paredes, a quienes se les decomisó 3,5 toneladas de cocaína en Piura. Jorge López declaró desde México que en 1991 entregó US$ 1.5 millones a Zevallos para fundar Aerocontinente. José Mendiola Salgado, otro capo de Los Norteños, ratificó esa versión. La Fiscalía pidió una pena de 15 años de cárcel, pero en marzo del 2002 fue absuelto».

2. La caída del ‘Lunarejo’

Pese a que Zevallos pasó piola durante su primer roche con la policía en 1995, la suerte le daría la espalda algunos años después: la Administración para el Control de Drogas (DEA) alertó en el 2004 que el Lunarejo no era un simple dueño de una aerolínea, era un narcotraficante altamente peligroso que, incluso, había sido incluido en el listado de los capos de la droga más grandes del mundo.

«El 2005 fue trascendental para Divinesp. Un año antes el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, había incluido a Fernando Zevallos Gonzales (a) “Lunarejo” en la lista Kingpin Act como uno de los 10 cabecillas de narcotráfico a nivel mundial. Luego de una exhaustiva investigación que duró 5 meses fue capturado “Lunarejo” y siete de los integrantes de su organización, en cumplimiento de una orden judicial».

Un video de Associated Press muestra cómo fue que el Lunarejo se defendió de aquella acusación el 2 de junio del 2004. Para empezar, Zevallos se declaró inocente y denunció una persecución «comercial».

 Esta fue una de las portadas de aquella vez

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Portada del 2 de junio del 2004. Imagen: Captura web Youtube

En esta oportunidad, Zevallos no tuvo tanta suerte como en el 95. La Corte Suprema dejó de lado la absolución y abrió un nuevo juicio con nuevas pruebas y nuevos testigos. Estas nuevas pruebas no eran poca cosa, se trataba de información exclusiva que había sido conseguida por la DEA de una fuenta más que confiable: el propio chofer de Zevallos. La DEA venía investigando a Zevallos durante muchos años y en el transcurso de esta investigación había logrado que Celso Vera «traicione a su jefe» y les envíe información sobre sus reuniones y sus pasos.

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Informe de Caretas. Imagen: Caretas

Con estas nuevas declaraciones y nuevas pruebas mortales para Zevallos (se le encontró un USB con su propia sentencia redactada, lo cual sirvió para probar sus vínculos corruptos con algunos funcionarios públicos), el Lunarejo fue sentenciado a 20 años de prisión por delitos de tráficos de drogas. Años después, en 2011, la Primera Fiscalía Superior lo acusó de asociación ilícita para delinquir, tráfico ilícito ed drogas y tenencia ilegar de armamento, para lo cual pidieron 35 años más de prisión. 

El Lunarejo, empresario de San Martín, fue un narcotraficante que llegó a estar en la lista de los 10 narcos más importantes del mundo. Pese a sus vínculos con el poder y su poder adquisitivo que sirvió para comprar periodistas y «aflojar» periodistas con canjes y pagos por publicidad, cayó gracias a una investigación que realizó la DEA y el apoyo de un colaborador que en algún momento fue su chofer.

¿Se parece a algún caso que esté sonando últimamente? ¿DEA, congresistas, aviones, colaboración de adentro, narcotráfico? Parece que sí.