corrupción , denuncia , Elecciones 2016 , noticias , periodismo , politica , sociedad Lunes, 9 mayo 2016

MEMOREX: Alguien dígale a Hernando De Soto, el socio de Keiko, que responda por estos roches

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Keiko, mira la foto regia que le tomé a mi muffin de aguaymanto. Foto: RPP

Hernando De Soto no solo es nuevo miembro del equipo técnico de Keiko Fujimori, o el que te dice que «Alberto Fujimori fue víctima de la seducción de Montesinos», sino que el economista también guarda algunos secretos que no quisiera que nadie recordara y, como en este Útero somos aguafiestas, aquí te los contamos.

1. El roche que debe aclarar ya

El profe Fernando Tuesta recuerda en este post que De Soto tiene algo en común con César Acuña.  Sí, se trata de un plagio (y no de cualquiera). Luego del congreso Latin American Studies Association (LASA) realizado en Washington en 1997, en donde hubo muchas ponencias sobre Fujimori, Tuesta conoció al politólogo Charles Kenney, quien le contó lo siguiente:

«Charles me contó que Michael Coppedge, también politólogo y profesor de la Universidad de Notre Dame, especializado en Venezuela, le había comentado que Hernando de Soto había plagiado su tesis doctoral a través de párrafos del discurso de Fujimori ante la Asamblea de la OEA en las Bahamas, que había sido escrito por el autor de «El Otro Sendero» en mayo de 1992″.

Traducción

El hombre del spanglish hizo ese discurso para Fujimori, que es al que Coppedge se refiere.

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Izquierda: discurso de Fujimori, derecha, texto de la víctima de De Soto. Imagen vía: Fernando Tuesta

 

¿Qué fue con ese acuñing?

Con ese discurso, Fujimori no solo justificó el golpe del 5 de abril de 1992. Como ya te había contado Marco Sifuentes en otro post, la columna de la izquierda es el discurso de Fujimori, la de derecha es un texto de Coppedge que había escrito sobre la partidocracia venezolana. Sí, el texto responde a una realidad totalmente distinta:

«En Venezuela sí existían partidos políticos sólidos (Hugo Chávez es, precisamente, la reacción enferma a ese sistema). En Perú, en cambio, los partidos políticos ya habían sucumbido ante movimientos como Libertad, Obras y el mismo Cambio 90. ¿Partidocracia en el Perú? No había, pues. Pero De Soto vio en el texto de Coppedge la excusa perfecta para justificar el golpe y se la jugó a Fujimori (ya saben de dónde salió todo el discursete de “los partidos tradicionales” durante el fujimorato)».

Coppedge comprobó que no había duda alguna de plagio

El profesor Kenney dio a conocer el plagio en 1996 con este texto, pero no tuvo mayor repercusión en nuestro país. Tuesta confirma que para el plagiado Coppedge era un hecho:

«Kenney no solo me comentó que había tenido varias comunicaciones con Coppedge para confirmar el tema, sino que me presentó los textos plagiados por De Soto. No había dudas. Por la importancia del caso, Kenney le agregó una adenda a su artículo traducido del inglés y comentó los hechos, que hoy es motivo de discusión».

Gorriti también dio a conocer el caso y De Soto respondió así:

“El discurso no lo escribo yo. Yo contrato a 15 personas de distintos países para que nos den insumos, entre ellos a un señor Coppedge. Él me escribe un pequeño párrafo que Alberto [Fujimori] lo introduce en el discurso”.

Ah bueno, pero no esperó lo siguiente.

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Fue sin querer queriendo. Foto: Perú 21

Coppedge le respondió a De Soto en IDL-Reporteros

El profesor de la Universidad de Notre Dame confirmó que el entonces asesor de Alberto Fujimori le había comprado un texto, pero…

“El texto plagiado no fue lo que escribí para el señor de Soto”.

Lo que dice “no es cierto, no es correcto” remachó Coppedge. “El texto plagiado en el discurso de Fujimori no fue el texto que me compró”.

En un correo electrónico que escribió tras la entrevista, Coppedge puntualizó:

“El texto plagiado por alguien en ILD (Instituto Libertad y Democracia) no salió del trabajo que hice bajo contrato en 1992 sino de mi tesis doctoral que yo había remitido a Hernando de Soto dos años atrás. Además -añade Coppedge- yo no le di permiso a Hernando de Soto para copiar ninguno de mis textos sin atribución [de fuente]».

Como recuerda Marco Sifuentes, Coppedge le dio a IDL-Reporteros toda la documentación que prueba su afirmación, con la que De Soto queda por los suelos. Aunque Marco cuenta que queda peor con esta anécdota:

«Algunos meses después del discurso plagiado en Bahamas, de Soto llamó por teléfono a Coppedge y le preguntó si había escuchado a Fujimori pronunciando el discurso o si lo había leído. Éste le dijo que no. Qué bueno, recuerda Coppedge que le dijo de Soto, porque si lo hubieras hecho me habrías denunciado por plagio. “Se rió y yo también me reí, pensando que era un chiste”, recuerda Coppedge».

¿De Soto no dijo nada más?

Sí. También habló con para la revista Caretas, según indica el profe Tuesta:

«Caretas solicitó tener el texto y, con nuestro permiso, reprodujo el original y el plagio en su edición 1441, del 21 de noviembre de 1996. Una semana después, en el número 1442, Hernando de Soto escribió una carta a Caretas, donde señaló que esperaría tener el libro para responder. Nunca lo hizo y no se habló más del asunto».

2. Pero no es la única vez que De Soto hace algo así

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Keep calm and eat a muffin. Foto: El Comercio

En el 2012, Indecopi sancionó con S/10,950 (suma que es una burla, ojo) al economista por no incluir de manera visible los nombres de Mario Ghibellini y Enrique Ghersi como coautores en el libro “El Otro Sendero”. De acuerdo con la entidad protectora de la propiedad intelectual, hubo una infracción al derecho moral de paternidad de los coautores por haberse presentado la obra “El Otro Sendero” como si fuese de autoría exclusiva

Así que si criticabas a PPK por tener a Acuña, tienes que saber que antes de Acuña fue De Soto.