noticias , politica , sociedad Martes, 26 abril 2016

La propuesta bandera de Keiko de la «pena de muerte» es falsa y no es tan complicado comprobarlo

La historia de hace unos días nos cuenta que Eliobaldo Berrú fue arrestado por la policía en Villa el Salvador. ¿El motivo? Este hombre paseaba por las calles del distrito armado con un revolver buscando al hombre que violó y asesinó a golpes a su hijo de 9 años. El cuerpo del niño fue hallado sin vida en un descampado de Pachacamác y como es clásico en nuestro país, nadie ha sido identificado ni procesado ni mucho menos sentenciado por el crimen. Lo peor de todo es que la captura de Eliobaldo fue mostrada al público como si se tratara de un delincuente más.

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Detenido. Foto: La República

Si analizamos un poco nos damos cuenta que en la mayoría de casos de violación sexual a menores de edad hay un patrón que no deja de repetirse más que nada en nuestra sociedad: la impunidad (solo dale un vistazo al caso «Sodalicio» para que entiendas nuestro punto). En pocas palabras, todos estos casos de violación a niños y/o menores de edad comparten el hecho de no haber hallado ningún culpable y en el peor de los casos, pese a ser detenido y procesado, termina libre. ¿Qué ocasiona esto? Odio popular.

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Vecinos de Bellavista marchando a favor de la pena de muerte para violadores. Foto: Perú 21

La gente está harta de ver cómo los violadores de niños no son atrapados por la policía o son liberados por nuestros tan queridos jueces y fiscales. Este odio -al igual que muchos otros factores populares- es utilizado hábilmente por los políticos de turno. Basta observar una de las tantas miles de historia para darse cuenta el nivel de impotencia que pueden llegar a causar. Es por ello que Keiko Fujimori promueve la pena de muerte para violadores de niños menores de 7 años. En un reportaje de René Gastelumendi para Cuarto Poder se realizó un ejercicio práctico para responder una pregunta sencilla: ¿de verdad se puede aplicar la pena de muerte que promete Keiko?

Gastelumendi consiguió infiltrarse en uno de los últimos mitines de Keiko Fujimori y consiguió hacerle algunas preguntas sencillas sobre esta propuesta. Su principal intención (como él mismo comenta) es saber cómo tiene pensado aplicar esta propuesta que, por cierto, ha repetido en muchas de sus presentaciones proselitistas.

Si prometes que vas a hacer algo, mínimo debes de saber cómo hacerlo, ¿verdad? Veamos.

1. La pena de muerte en el Perú y el mundo

Comprobemos cada una de las cosas que se dicen en este reportaje. La propuesta de Keiko Fujimori es matar a todas las personas que violen niños menores de 7 años. Claro, suena un poco duro si lo decimos de esta manera pero esta es la forma práctica de traducir la diplomática frase de «aplicar la máxima sanción». ¿Es esta propuesta nueva? No, viene desde la campaña del 2011. El reportaje señala que estas sanciones se están aplicando cada vez menos menos en el mundo. ¿Es verdad? Este mapa del 2013 lo ilustra.

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Los lugares rojos señalan territorios en los que se aplica la pena al 100% mientras que los verdes no la aplican en lo absoluto. Puedes ver la versión interactiva y completa aquí.

Otro dato es que esta pena se mantuvo activa durante el ochenio de Manuel Odría y durante los años de gobierno de Juan Velasco Alvarado, lo cual es cierto.

«Durante la dictadura de los general EP Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez (1968-1980), aumentaron las ejecuciones, en especial contra los que mataban a miembros de las fuerzas del orden. En ese periodo siete hombres fueron ejecutados».

¡Aja! Siete hombres ejecutados y uno de ellos fue Julio Vargas Garayar. ¿Te suena ese nombre? Este útero te contó toda la historia sobre «el último fusilado peruano», un soldado que fue ejecutado pero que aun no se sabe si fue culpable o no. Su historia está rodeada de un halo de misterio ya que, hasta el día de hoy, no se descifra el misterio de su inocencia. No fue necesario buscar mucho para descubrir a un posible inocente entre los ejecutados.

2. La propuesta de Keiko

Analicemos cada rincón de la propuesta. En el reportaje de Cuarto Poder se le preguntó a Keiko si consideraba que la propuesta era populista. Ella respondió lo siguiente.

«Es una propuesta de convicción, no es populista. Además, soy consciente que esa decisión no depende de mí, va a depender del Congreso de la República y de la votación de cada uno de los representantes del parlamento. «

Con un parlamento de más de 70 congresistas fujimoristas… se puede decir que sí va a depender de ella. Keiko afirma que «cada congresista piensa y toma decisiones de manera individual», pero la historia nos muestra que el comportamiento colectivo de las anteriores bancadas fujimoristas es un poco diferente al que ella sugiere. Pero vayamos a la carnecita de este tema, ¿cuál es la propuesta concreta?

«Hemos planteado la pena de muerte para violadores de niños menores de siete años tal y como estaba establecido en la constitución de 1933. Esta propuesta tendrá que ser recogida por algún representante del parlamento y luego tiene que ser debatida con mucho tiempo y con mucha pausa y prudencia, ¿no?»

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Finalmente una respuesta. Imagen: Captura Youtube Cuarto Poder

¡Por fin! Ya tenemos una respuesta clara -si es que podemos llamarle así- sobre la propuesta de la pena de muerte. Lo que la candidata nos dice es que ella habló con constitucionalistas y que se va a repetir la misma figura planteada en la constitución de 1933. Revisemos su plan de gobierno para saber más sobre esta propuesta que, según parece, está super detallada y respaldada por los maestros shaolín de la constitución.

¿Cómo? ¿No hay nada sobre esto en su plan?

La propuesta no existe. Es fantasma. No hay ni una sola línea sobre una supuesta aplicación de la misma forma utilizada en  la constitución de 1933. Pero no nos quedemos ahí, sigamos con las explicaciones de Keiko. Como bien sugiere Gastelumendi, esta propuesta implica necesariamente salir del pacto San José. ¿Vamos a salir del pacto?

«Lo que yo estoy planteando -y así fue de específico en este aspecto- fue justamente [aplicar] la norma de tal manera que no implique un retiro del pacto de San José.»

3. ¿Pero se puede o no se puede aplicar la pena?

No, así de simple. El abogado penalista Mario Amoretti sostiene que no se puede volver a aplicar esta forma empleada en la antigua constitución y que para poder aplicar la pena se tendría que renunciar por completo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La forma de renunciar «a medias» que sostiene Keiko es inaplicable. Amoretti nos recuerda también que su padre intentó exactamente lo mismo en el año 92. 

«No podemos volver a aplicarla, se tendría que renunciar a la comisión interamericana y le hago una precisión: Fujimori en el año 92 hizo una consulta a la CIDH pidiendo que si podía hacer una renuncia parcial de la corte para aplicar la pena de muerte a los terroristas. En este caso, Abimael Guzmán y Victor Polay. La corte le dijo que no, no hay retiro parcial. Es un retiro total. [La propuesta] es inviable jurídicamente». 

Un artículo de caretas de 1999 nos cuenta más episodios de Alberto con la CIDH.

La historia de Alberto Fujimori con la Corte Interamericana de Derechos Humanos no es corta, son varios percances los que tuvo el expresidente condenado con la misma. No solo intentó salir de ella «parcialmente», también llegó a desconocerla por ser «contraria a la soberanía». 

4. InKongruencias fujimoristas

Otro detalle que debemos resaltar (gracias a los friendly reminders de René) es que en el último debate presidencial Keiko mostró un papelito que juraba y rejuraba que iba a respetar los derechos humanos a como dé lugar. Entonces, si quiere la pena tendrá que renunciar, ¿dónde quedó la promesa de respetar los derechos humanos? Y si no piensa renunciar, su propuesta es inviable. Se vea por donde se vea, su propuesta se cae por completo. 

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Oh, oh. Foto: Perú 21

Lo que podemos concluir aquí es que la tan mencionada «pena de muerte» debería quedar expulsada por completo de cualquier mitin o evento proselitista por el simple hecho de dejar de proclamar falsedades con intenciones exclusivamente políticas. Se sabe que la gente desea esta pena y que la mayoría pensaría en votar por aquel que asegure que la aplicará sin problema, pero no es dificil comprobar lo absurda que resultan sus «aplicaciones» en este caso en específico. 

Amigo, date cuenta, esta promesa es tan falsa como los correos que te llegan al spam diciendo que eres el heredero de una millonaria nigeriana (o como las promesas de tu ex).