noticias , sociedad Viernes, 29 enero 2016

¿Podrían enviarle esto a Humala? olvidó que exhumaron los restos de su compañero de promo, héroe de la patria

La imagen nos muestra a una mujer de cabello largo y rojo, sentada sola en una silla de plástico, en medio de lo que parece ser un campo santo repleto de olvido. Nadie a su lado, los únicos que aparecen en la imagen son cuatro trabajadores vestidos de blanco mientras exhuman los restos de un hombre, pero no de cualquier hombre: se trata de nada menos que el último héroe del Perú.

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Triste e indignante al mismo tiempo. Foto: El Comercio

Este es el escenario insólito e indignante en el que fueron exhumados los restos de  Luis Alberto García Rojas. Los altos mandos del del Ejército – y el Presidente de la Nación – deberían haber estado presentes para llevar a cabo la ceremonia. Sin embargo, la escena pone en evidencia el total abandono en que se desarrolló.

1. El último héroe nacional

Luis Alberto, el Mayor García, es un héroe. Uno de verdad. Reconocido por las leyes peruanas en el 2006, tras determinar que su muerte se debió a un sacrificio por el país. Luis Alberto nació en Chiclayo en 1963, ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos en 1980 e integró la Promoción «Héroes de Pucará y Marcavalle», la misma que tuvo en sus filas a Ollanta Humala.

«En 1986 es destacado a la Aviación del Ejército, graduándose como aviador del EP. Por ese entonces recibió el apelativo Mc Giver, debido a su notable habilidad para solucionar problemas. El 28 de diciembre de 1993 se recibió como comandante de Aeronave del Helicóptero MI-8T y en 1994 participó en las operaciones contra la subversión en el destacamento “Leoncio Prado”, siendo felicitado por su arrojo y valentía».

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Heróico MacGiver. Foto: Wikipedia

Fue una mañana de 1995 y en plena Guerra del Cenepa cuando demostró su entrega por la patria. El artículo titulado «El último héroe del Perú«, escrito por el periodista Gastón Gaviola nos cuenta la historia.

«Las cosas ya estaban en una situación grave en la Cordillera del Cóndor y nuestros soldados empezaban a movilizarse a la frontera. La patrulla Roosvelt venía peleando sola desde hacía varios días contra tropas ecuatorianas que los rodeaban y había que ir a socorrer a los bravos que seguían con vida. Era la Guerra del Cenepa naciendo».

En pocas palabras, se necesitaba que alguien rescate a aquellos soldados peruanos que debían ser retirados de zona de guerra. Una tarea que no sería fácil requería de voluntarios con coraje.

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Luis García Rojas (sentado en el extremo izquierdo) murió en combate en la guerra del Cenepa. Foto y leyenda: El Comercio

  • «La mañana del 29 de enero de 1995, MacGiver ya llevaba varias misiones entre Tiwinza y Ciro Alegría a bordo del MI-8 que comandaba. Su experiencia en la lucha contrasubversiva lo hacían un experto en misiones de reconocimiento y hasta de apoyo de fuego a las patrullas que combatían en tierra».
  • «Poco le importaba que su nave fuera un helicóptero ruso de transporte. Muy diferente a los MI-25 con los que también contaban nuestras Fuerzas Armadas. Esos sí, con las caras feroces de tigres pintadas en la nariz están armados con ametralladoras y artillados con cohetes con los que se machacaban las posiciones enemigas».

Pero la nave de Luis no cumplía con estas características, era de transporte. Pese a que este detalle lo colocaba en total desventaja y peligro, Luis Alberto no dudó en ofrecerse como voluntario. 

2. La muerte de Luis Alberto y el nacimiento del héroe

Desafortunadamente, lo previsto se cumplió. Luis Alberto fue alcanzado por misiles dirigidos provenientes de los enemigos y la nave explotó en pleno vuelo, dejando sin vida de manera instantánea al comandante y a la tripulación a tan solo 10 segundos antes de llegar a su objetivo. 

«Lo están buscando. Las cabezas brillan al rojo vivo mientras dejan una estela de humo tras de sí, mientras persiguen al helicóptero que maniobra desesperado sobre los árboles. En la última foto ya no se ven los haces de luz. Eran misiles tierra-aire disparados por soldados ecuatorianos. Lo que resalta en esta foto es una bola de fuego que se precipita a tierra envuelta en humo negro».

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Izquierda: el helicóptero en vuelo. Derecha: nave alcanzada por los misiles. Foto: Archivo El Comercio / Rolly Reina

El haber entregado su vida a la patria lo hizo acreedor del reconocimiento como héroe nacional, la Ley Nº 28682 autorizó que sus restos sean trasladados a la Cripta de los Héroes en el Cementerio Presbítero Maestro. En el 2013 se llevó a cabo una ceremonia de conmemoración del 19° aniversario y fue en ese mismo año en que se hizo pública la denuncia de su viuda, la señora Julia Panta, quien reclamaba que desde el 2006 no se había construido un monumento en Chiclayo en su honor ni lo habían trasladado a la Cripta de los Héroes. 

Luego de hacerse público el reclamo, finalmente se procedió a exhumar sus restos para proceder al traslado. Lo indignante es que se realizó de una manera que ofende tanto de la viuda como de la memoria del héroe. El mayor García fue exhumado ante la presencia de su esposa y nadie más. Ni siquiera su compañero de promoción, Ollanta Humala, estuvo presente.

Que esta mujer haya perdido a su esposo por haber cometido un acto tan valiente y heroico debería ser motivo suficiente para mostrar el respeto adecuado. Pero no, no solo le ocasionaron un dolor de cabeza al no reconocer durante años sus derechos como héroe sino también le faltaron el respeto al exhumarlo y trasladarlo sin los honores que le corresponden. Este es el trato que le da un gobierno, con un presidente exmilitar, a un compañero que entregó la vida por el país.