corrupción , politica , sociedad Jueves, 17 diciembre 2015

Esto es el clientelismo político: definición y algunos vergonzosos ejemplos recientes

¿Qué es el clientelismo político? Definición y algunos ejemplos recientes

Últimamente, en muchas de las opiniones vertidas por distintos politólogos y analistas, se viene utilizando el término clientelismo. Si deseas conocer más sobre el origen del término, las características de la relación clientelista, las variaciones en las relaciones clientelistas, sus condiciones favorables y su desarrollo en Latinoamérica puedes entrar aquí. Sin embargo, como en casi todo, hay una opción más breve, básica y didáctica.

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Te compro tu voto, sé mi cliente. Imagen: rojoutopico.com

Estamos en elecciones y los políticos harán de todo para convencerte de votar por ellos, así de simple. Al igual que cualquier guerra, concurso, certamen o campaña navideña; todos aquellos que desean más que cualquier otra cosa ocupar algún cargo público harán hasta lo imposible por convencerte de estrujar la punta de tu lapicero sobre su rostro en la cédula de sufragio. Incluso, muchos de ellos no dudarán en hacer el ridículo. Pero hay algo que debe quedar muy claro; existe una gran diferencia entre ponerse el traje de un superhéroe y bailar la macarena y ofrecerte algo a cambio de tu voto. Esta última es una de las prácticas más comunes en la política que deben ser reprochadas por más ‘legal’ que parezca.

1. Definición

Como ya hemos mencionado en reiteradas oportunidades, el clientelismo se define principalmente como un arreglo de intercambios: «si me das eso, te doy esto». El portal ContraPeso publicó un completo listado de elementos que deben ser considerados en su totalidad para comprender de mejor manera su concepto.

  • Es un fenómeno netamente político y de gobierno, que describe un tipo de relación entre gobernantes o funcionarios de gobierno, de un lado, y personas o grupos civiles, del otro.
  • La esencia del clientelismo radica en un intercambio de favores entre gobernantes y personas o grupos de ellas —dentro de una relación de mutuo beneficio.
  • Las personas y grupos obtienen del gobierno tratamientos excepcionales, como favores, concesiones, privilegios y exenciones que les representan un provecho propio —como, por ejemplo, ingresos extras a empresas por la prohibición de exportaciones. 
  • El gobierno, por su lado, obtiene un beneficio recíproco a cambio del favor concedido, típicamente apoyo con votos en tiempos electorales, o cualquier otro apoyo para mantenerse en el poder —como autocensura en los medios cuando son concesión gubernamental.

 El clientelismo al que muchos hacen referencia en estos días, más que cualquiera otro de sus conceptos, se enfoca en recibir un voto a cambio de algún objeto en particular en tiempos electorales. ¿Es esta una práctica común en nuestro país?, es la principal estrategia utilizada por los políticos. Es más, en muchos casos, es la única forma en la que realizan sus  campañas. Vamos a ver algunos ejemplos.

2. Ejemplos de clientelismo político

a) Alcalde de Chorrillos regala panetones a los vecinos

Una práctica bastante común por estas fechas es la de regalar panetones y pavos. El pasado 15 de diciembre, un usuario en Facebook realizó la denuncia: el alcalde de Chorrillos, Augusto Miyashiro, utilizó las camionetas y a los agentes municipales para repartir panetones. 

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Las pistas están en muy mal estado, pero los vecinos al menos tendrán un panetón más en la mesa. Gráfica: Útero

b) José Luna regala aromatizantes a los taxistas

Un grupo de jóvenes, de unos veinte años o menos, abarrotaron las pistas de varios distritos y repartieron estos aromatizantes para autos. Vistiendo un polo amarillo con el número del congresista que se autodenomina «el hombre del sol» (aunque no hay nadie que lo llame así), estos jóvenes le entregaban estos aromatizantes a los taxistas y choferes de combi en cada luz roja. Pero no solo eso, sino también les decían «vota por Pepe Luna para congresista» o algo así a cada uno de ellos. La plancha de Solidaridad Nacional aún no ha sido confirmada al público; no obstante ello, esto no es impedimento para el congresista Luna de realizar su labor clientelista.

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Un buen ejemplo (de clientelismo). Foto: Útero

c) César Acuña regala gasolina a los mototaxistas

De este señor ya hemos podido ver una larga serie de incidencias clientelistas de toda índole. Conocido por utilizar su consorcio de universidades con fines políticos, el candidato a la Presidencia parece encontrar nuevas maneras de incurrir en esta labor. En un mitin realizado en Chota, el partido Alianza Para el Progreso (APP) invitó a un gran número de mototaxistas a colocar banderines a cambio de gasolina gratis. De todos los ejemplos que hemos visto hasta ahora, este parece seguir el concepto del clientelismo al pie de la letra.

(Avanza el video hasta el minuto 03:30 para ver la escena en mención). 

Como bien muestran las imágenes, los conductores de estos vehículos vestían polos con el logo de APP y hacían colas para conseguir el combustible prometido. Muchos de ellos no tenían ni idea de quién era el candidato por lo que el conocimiento sobre sus propuestas queda más que descartado. El reportero pregunta si ellos votarán por quien les regaló la gasolina y ellos responden que sí. Clientelismo en su máxima expresión.

d) Waldo Ríos promete regalar S/. 500 a cada ciudadano

No, no es broma, el candidato elegido como gobernador regional de Ancash, que también fue protagonista de un vladivideo, prometió regalar 500 soles mensuales a cada familia que vote por él en caso sea elegido. Este triste ejemplo del clientelismo (triste porque al final el señor salió elegido) demuestra que, como bien señala el concepto, los políticos harán lo que sea con tal de conseguir el anhelado voto. Armado de un crucifijo y cinco billetes falsos de cien soles, Waldo Ríos prometió regalar dinero, acción que, luego, reconocería es imposible de realizar.

e) Candidato a la alcaldía de Surco regala pollo a la brasa

Este ejemplo viene de las elecciones municipales del año pasado, pero pese a su antigüedad no deja de ser un buen ejemplo de clientelismo descarado. «Miki» Torres, excandidato a la alcaldía de Surco en las elecciones pasadas, repartió canjes de Pardo’s Chicken junto con su carta de presentación en un mitin. El alboroto fue tal que tanto la pollería como el candidato tuvieron que manifestarse al respecto. Un dato interesante es que Torres se lanzó con Fuerza Popular, de Keiko Fujimori. 

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Pese al suculento intento, no llegó a ganar las elecciones. Foto: Perú 21

Afortunadamente, el pasado 12 de diciembre, el pleno del Congreso aprobó una modificación de la Ley de Partidos Políticos que indica:

“Las organizaciones políticas (…) están prohibidas de efectuar la entrega, promesa u ofrecimiento de dinero, regalos, dádivas u otros obsequios de naturaleza económica, de manera directa o a través de terceros, salvo aquellos que constituyan propaganda electoral”.

Este nuevo artículo podría ser el final de tantas absurdas y siniestras promesas y/o regalos que lo único que logra es la proliferación de estas malas prácticas. La próxima vez que alguien te ofrezca algo a cambio de un voto, piensa: ¿debería darle mi voto a alguien que incumple la ley?