denuncia , libertades , narcotrafico , noticias , sociedad Martes, 10 noviembre 2015

Conoce la historia de Ernesto Paz, el rasta peruano que llegó a los medios internacionales

Uno de los portales gringos de noticias más conocidos en el mundo, «The Global Post», ha publicado recientemente la historia de Ernesto Paz, el peruano rastafari que lucha por un caso histórico que muchos de los peruanos no teníamos ni idea: tener el derecho de cultivar marihuana.

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Él es Ernesto. Foto. Global Post

La historia de este hombre y las experiencias sufridas con la Policía y el Poder Judicial de nuestro país parecen haber llamado la atención del portal estadounidense.

1. El caso histórico

Ernesto Paz, de 29 años de edad, es uno del promedio de cien rastafaris practicantes en el Perú. Según cuenta el artículo, el fumar marihuana es un ritual sagrado para ellos y forma parte de un medio de comunicación con Jah, el dios Jamaiquino. Sin embargo, debido al trato recibido por parte de la policía peruana, es que Ernesto inicia el caso.

«Vivo de una manera pacífica, yo no lastimo a nadie y ellos han intentado volverme un criminal. Incluso me cortaron mis dreads a la fuerza en la cárcel. Cuando les pregunté por qué lo hacían, ellos me dijeron: ‘tus derechos humanos se quedan afuera.'».

Lo que está haciendo Ernesto es increíble, ha iniciado un caso en la Corte Suprema peruana para otorgarle el derecho a los rastafaris de cultivar marihuana para uso personal. El hecho se debe al reciente caso en Mexico, en el que la corte mexicana legalizó el cultivo de marihuana para uso recreativo. 

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Si los mexicanos pudieron… Imagen: Captura web GP

2. Prisión para Ernesto

Pero la razón principal que empuja a Paz a iniciar este caso judicial no sólo se enfoca en la lucha por la legalización del cultivo para uso personal, sino también para evitar casos como el que le ocurrió en el 2013, cuando Ernesto fue detenido por la Policía luego de encontrar seis macetas con marihuana en su propiedad de Pachacamac. 

Luego de cuatro meses en Lurigancho y de perder sus dreads como bien lo cuenta al inicio de esta publicación, Paz fue sentenciado a prisión suspendida por cuatro años por cargos de posesión y comercialización, los cuales niega tajantemente.

  • «Toda la marihuana era para mi uso personal, es mi manera de rezar, fumando marihuana.Si yo hubiera estado comercializando, ellos [la Policía] hubiera encontrado bolsas Ziploc, balanzas y dinero en efectivo. Pero todo lo que hallaron fueron 100 soles»
  • «Si hubiesen encontrado un kilo de marihuana, bueno, ahí si tal ves estaría vendiendo. Pero todo lo que encontraron fue un kilo de ramas y raíces. Las plantas no habían florecido aún.».
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Algo así, más o menos. Foto: Captura Youtube

3. El proceso penal

El artículo menciona que Ernesto fue procesado bajo el artículo 296-A del Código Penal peruano, el cual prohíbe el cultivo de marihuana. Sin embargo, el artículo entero menciona el «tráfico de drogas», lo cual no aplicaría para Ernesto. 

«Artículo 296-A.- Comercialización y cultivo de amapola y marihuana y sus siembra compulsiva. El que promueve, favorece, financia, facilita o ejecuta actos de siembra o cultivo de plantas de amapola de la especie papaver somníferum o marihuana de la especie cannabis sativa […].»

El abogado de Paz, Jorge Loyaga, es quien insiste que el artículo legal no prohíbe el cultivo para el uso personal en lo absoluto y sería esta la razón por la cual han apelado en contra de la sentencia.

«Yo soy optimista, a pesar de que el tribunal de primera instancia falló en contra de nosotros, se notó claramente que malinterpretaron la ley. Creo que la Corte Suprema se pronunciará a nuestro favor.».

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La plantita del mal. Foto: Publimetro

4. No es el único

El artículo adiciona que el caso de Ernesto no es nada raro en nuestro país. En realidad, la ley en el Perú no castiga la posesion hasta los 8 gramos de marihuana para uso personal, pero los policías detienen a los usuarios de manera frecuente. Y si te acusan de comercialización, preocúpate porque las penas pueden ser realmente severas. Recordemos el caso de Wilder Cano, el peruano que fue sentenciado a 27 años de cárcel por tener 36 plantas de marihuana en cultivo. 

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Casi treinta años de prisión efectiva. Imagen: Captura Web Comercio

El caso de Cano sorprende a cualquiera ya que, incluso, parece haber recibido una sanción más severa que muchos asesinos y violadores. Respecto a la Policía de nuestro país, el abogado de Ernesto habló con los periodistas gringos.

«Lamentablemente, la Policía es muy corrupta en el Perú. Es muy fácil que ellos detengan usuarios, los intimiden y los desinformen sobre sus derechos para intentar sacarles dinero. Hay excepciones honorables, pero la gran mayoría de policías son corruptos.».

En cuanto a Ernesto, él sigue intentando recuperar la normalidad de su vida. Maneja un taxi para solventar sus gastos y la meta que se ha trazado es la de iniciar su propio negocio: un restaurante vegetariano. 

«Podría haber aceptado la sentencia pero no lo puedo hacer porque no soy culpable. No soy un traficante de drogas, no pienso vivir en miedo, estoy luchando por mis derechos».

Su historia sorprende a cualquiera. El iniciar un caso ante la Corte Suprema para intentar legalizar el cultivo y consumo de marihuana no parece ser una tarea fácil para nadie quien se lo proponga. De lograrlo, el hecho marcaría algo que en términos judiciales se denomina «jurisprudencia», que está referido a sentar un precedente sobre un tema específico. Es decir, si en algún momento en nuestro país se abre en debate alguna ley para la despenalización del cultivo de marihuana, lo que diga la Corte Suprema sobre el caso de Ernesto, pesará en la decisión final que se tome en torno a este polémico tema.