corrupción , denuncia , noticias Domingo, 8 noviembre 2015

Esto es lo que no te contarán sobre la broncaza que hay al interior de la Iglesia tras escándalo en el Sodalicio

GUERRA (NO TAN) SANTA

La batalla de los cuatro reinos

CRUZADA A LA PERUANA. Las acusaciones contra Luis Figari han ahondado las tensiones al interior de la Iglesia Católica. Cipriani amenaza al Sodalicio para que expulsen a su líder fundador. La Conferencia Episcopal deslinda de todos y Alessandro Moroni, líder actual sodálite, debe elegir entre expulsar al acusado Figari o defenderse de la furia de Cipriani en Roma.

Escribe Laura Grados

en alianza con La República

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Después de la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados de Pedro Salinas y Paola Ugaz, el escándalo por las denuncias de abuso psicológico, físico y sexual en el interior de la organización católica Sodalitium Christianae Vitae (SCV) ha desatado no solo la tormenta mediática de la que hoy somos testigos, sino una guerra sin cuartel entre las cabezas de la Conferencia Episcopal, el Arzobispado de Lima, el Sodalicio y el principal acusado de perpetrar letales atrocidades: Luis Fernando Figari.

El dos de noviembre pasado, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), presidida por el obispo de Ayacucho, Salvador Piñeiro, emitió un comunicado a propósito de los abusos denunciados en el Sodalicio.
Uno de los puntos del documento trata sobre el rol de la Iglesia frente a casos de violencia contra el menor.
“(…) Siempre se siguen las prescripciones de las leyes civiles en lo referente a remitir los delitos a las legítimas autoridades. Naturalmente, esta colaboración no se refiere solo a los casos de abuso sexual cometido por clérigos, sino también a aquellos casos de abuso en los que estuviera implicado el personal religioso o laico«, dicta el documento.
¿Por qué es importante resaltar esta parte del comunicado? El cardenal Juan Luis Cipriani ha sido denunciado por encubrimiento en los casos de abuso en el Sodalicio, en su rol como moderador del Tribunal Eclesiástico, presidido por el sacerdote Víctor Huapaya, a donde llegaron las primeras acusaciones contra Figari hace cuatro años.
Los vicepresidentes de la CEP son el arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, y el arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto; el secretario general es Pedro Urcey, quien fue designado por el Vaticano para recabar información sobre el Sodalicio y sus denuncias.
Miguel Cabrejos, vicepresidente de la Conferencia Episcopal. Imagen vía La República.

Miguel Cabrejos, vicepresidente de la Conferencia Episcopal.
Imagen vía La República.

Entre la Conferencia Episcopal y el Arzobispado de Lima las relaciones no son las mejores. Existe una tensión casi histórica entre Cipriani y las cabezas de la conferencia. Piñeiro es diocesano, es decir, no pertenece a ninguna orden, Cabrejos es franciscano y Pedro Barreto es jesuita.
Mientras tanto, el cardenal representa el máximo grado al que ha llegado un sacerdote ordenado en la prelatura del Opus Dei, la orden religiosa que se afianza en los sectores de mayor poder adquisitivo en el Perú.
Así pues, Juan Luis Cipriani ha perdido todas las veces que ha postulado a la decisiva Conferencia Episcopal, han sido aproximadamente siete veces, entre postulaciones a la presidencia y la vicepresidencia, las que intentó integrar el órgano más poderoso de la Iglesia Católica en el Perú. Pero nunca lo logró.

La defensa legal de Figari

Imagen vía La República.

Lo niega todo. Imagen vía La República.

Según fuentes sodálites, entre el lunes y martes de esta semana, el cardenal Juan Luis Cipriani sostuvo una reunión con Alessandro Moroni, actual líder del Sodalicio. El arzobispo lo emplazó a que expulse a Figari de la agrupación y corte de raíz el vínculo para que el escándalo no se prolongue por mucho más tiempo y tanto la imagen de la Iglesia peruana como de la agrupación no se vea afectada de modo irreversible.
Moroni, tal como se ha dejado entender en la entrevista que ofreció a un medio de comunicación, es de los que creen que las denuncias contra Figari pueden ser ciertas. De hecho, el Sodalicio ya está dando los primeros pasos para alejarlo de la agrupación: si ven la página web se ha borrado todo rastro del líder fundador.
Pero todo parece indicar, siempre en versión de fuentes de la agrupación, que el acusado de violaciones sexuales no está dispuesto a aceptar los cargos, ni dar la cara ante sus denunciantes ni mucho menos ser separado de la congregación que él fundó.
«Figari vive en un mundo paralelo. Está en un retiro lejos de la realidad y no se da cuenta de la magnitud de las denuncias en su contra», cuenta nuestra fuente.
Es más, las cabezas del Sodalicio tenían pensado comprarle un departamento a Luis Figari, contratar a alguien que le atienda, de modo que se mantenga alejado y su figura se diluya en el olvido de la institución.
Pero el acusado no aceptó la propuesta y, para sorpresa de las cabezas actuales, solicitó un abogado: Armando Lengua Balbi. Es más, según comentaron nuestras fuentes, el precio de entrada para ocuparse del caso sería alrededor de 50 mil dólares –solo de entrada– y esto habría sido desembolsado por el mismo Sodalicio.
Lengua Balbi es un abogado jubilado, socio histórico del Estudio Rodrigo, Elías y Medrano, si no el más importante de los bufetes del país. Uno de los fundadores del estudio, Enrique Elías Laroza, es nada menos que el padre de Enrique Elías Dupuy,actual procurador del Sodalicio en Roma, quien también ha sido denunciado por encubrimiento, después de las demandas presentadas hace cuatro años ante el Tribunal Eclesiástico.
Dentro del Sodalicio se maneja la tesis de que si Luis Figari cae, es decir, si es expulsado y recluido en alguna casa de retiro, toda la cúpula de la organización, por cuyos ojos se cometieron las atrocidades denunciadas, caería con él. Hablamos, en términos legales, del delito de encubrimiento cometido por más de una cabeza sodálite, incluidos sacerdotes.

Arzobispado vs Sodalicio

"o lo expulsas o lo expulsas" le dijo a Moroni. Imagen vía La República

«o lo expulsas o lo expulsas» le dijo a Moroni.
Imagen vía La República

Contamos que Cipriani se reunió con Moroni para tratar el escándalo. Y que había presionado para la expulsión de Figari de la agrupación. Para ser más específicos, el cardenal de Lima le ha dado dos opciones: o expulsa o expulsa a Figari del Sodalicio.
«Tú eres todavía muchacho y tienes un largo trecho por recorrer. Te ha tocado comandar tu institución en el peor momento en su historia. Ahora, es mejor expulsar al líder y refundarla para que nada de lo que ha logrado el Sodalicio hasta ahora se vea afectado. De lo contrario, yo mismo tendré que viajar a Roma a luchar contra ustedes y no creo que eso sea bueno para ti», con palabras parecidas, el cardenal de Lima hizo un amago de ultimátum a Moroni.
Resulta pues que el actual encargado del Sodalicio está posiblemente en la más difícil encrucijada de su vida: Expulsar a Figari y que arda Troya dentro de su institución y ver cómo poco a poco se va derrumbando el castillo construido en décadas o ser simple observador de cómo Juan Luis Cipriani le declara la guerra al Sodalicio ante el Vaticano. Ninguno de los dos escenarios es favorable para la cuestionada institución.

Moroni versus Moroni

Se debate entre expulsar a Figari o defenderse de Cipriani en el Vaticano. Imagen vía La República

Se debate entre expulsar a Figari o defenderse de Cipriani en el Vaticano.
Imagen vía La República

El Sodalicio de Vida Cristiana, desde su fundación en 1971, ha hecho incidencia en la creación de centros de estudios. Entre ellos figuran los colegios Santa María de Chincha, San Pedro y Nuestra Señora de la Reconciliación, además la Universidad Católica de San Pablo y el Instituto del Sur en Arequipa, entre otros.
Entre otras cosas, la propiedad de estos centros son el sostén económico del Sodalicio. El escándalo del que son ahora protagonistas ha provocado dudas y cuestionamientos entre los padres de familia que confían la educación de sus hijos a la institución y más aún si estamos ad portas de acabar el año escolar y universitario.
En esta encrucijada se encuentra Alessandro Moroni, cualquier decisión que tome deberá poner el brazo económico de su agrupación como la principal de sus prioridades. 

Sodálites vs. Sodálites

Luis Fernando Figari se encuentra en calidad de “retiro” en una residencia sodálite en Roma. Flanqueado por Ignacio Blanco, Kenneth Pierce y Gonzalo Len (las empresas de su familia apoyan al Sodalicio), todos sodálites. El líder fundador pasa sus días en absoluta comodidad y reposo. Si necesita algo solo tiene que pedirlo, la agrupación se lo hace llegar de inmediato.
Blanco y Pierce son los más allegados a Figari. Haciendo una rápida revisión del reporte migratorio de los tres, determinamos que en varias oportunidades, desde el 2011, los viajes a Europa coinciden. En fechas de salida y de regreso. Ninguno de los tres presenta fecha de retorno al país.
Movimiento Migratorio Ignacio Blanco

Ignacio Blanco acompaña en varios viajes a Figari, es uno de sus defensores más acérrimos. Imagen: Captura Migraciones

registro migraciones figari

Figari no viaja ni vive solo. Imagen: captura Migraciones.

¿Por qué hacemos hincapié en estos personajes? Porque, según fuentes de la agrupación, Blanco ha llamado a presionar y amenazar a gritos a los miembros del Consejo Directivo del Sodalicio, integrado por Alessandro Moroni, Fernando Vidal, Jorge Olaechea, Carlos Neuenschwander y el sacerdote Juan “Pepo” Mendoza. Todo ello cuando la expulsión de Figari estaba ya aprobada.

Las casas italianas del Sodalicio

El Sodalicio en Roma. Más de un millón de euros por uno de los inmuebles. Imagen: Google Street View

El Sodalicio en Roma. Más de un millón de euros por uno de los inmuebles.
Imagen: Google Street View

En el 2008, el Sodalicio de Vida Cristiana compró una casa en Roma. Tener una sede en la capital italiana es visto, en la Iglesia Católica en el mundo, como pagar una especie de derecho de piso. Es decir, si no tienes sede en Roma no existes.
Así, la agrupación se hizo de un inmueble valorizado en más de un millón de euros ubicado exactamente en Via Memorense 59 en Nemi, Roma, Italia. Se la compraron a la Congregazione delle Religiose di Jesu i Maria, Congregación religiosa de Jesús y María, una agrupación integrada por monjas católicas.
Esta es la calle por donde se pasean los sodálites que viven o viajan a Roma. Imagen: Google Street View

Esta es la calle por donde se pasean los sodálites que viven o viajan a Roma.
Imagen: Google Street View

En este inmueble es en donde despacha Enrique Elías, actual procurador del Sodalicio en Roma, quien está también denunciado por encubrimiento ante la Fiscalía, y a donde llegan todos los miembros sodálites que visitan el país. Sin embargo, no es aquí donde reposa Figari; cerca de esta residencia, en un pequeño departamento –y no al sur de Italia– es en donde el fundador pasa sus días actualmente. De allí no planea moverse hasta que su abogado se lo indique.
La Iglesia Católica pasa por uno de los peores momentos de su historia en nuestro país y todas las instituciones que la representan intentan despegarse de la avalancha de acusaciones e imputaciones que se asoman mediática y judicialmente.