educación , politica , webeo Viernes, 10 julio 2015

YouTube: El himno (¿?) de la Universidad (¿¿¿???) César Vallejo es lo peor que escucharás hoy (VIDEO)

Alucinemos que está en un karaoke. Foto: Rolando Gonzáles, vía RPP.

Alucinemos que está en un karaoke. Foto: Rolando Gonzáles, vía RPP.

La columna de hoy de Gustavo Rodríguez se llama «El himno más torpe» y tiene una revelación insólita. Resulta que la universidad César Vallejo tiene un himno, que aparece en la guía del estudiante, y cuya segunda estrofa va así (agárrense):

En memoria del genio César Vallejo
Y su ilustre fundador César Acuña
Es consigna de estudiantes y maestros
Lograr que el mundo adquiera fe y paz
Donde quiera juventudes vallejianas
Reafirmemos nuestra promesa
De forjar el desarrollo entre los pueblos
Y alcanzar un día la gran integración.

Buscamos el himno en YouTube y, por suerte, solo lo pudimos encontrar incompleto. Aquí están el coro y la primera estrofa:

No, aquí no aparece la segunda estrofa (la que menciona a Acuña), pero si dudan, pueden consultar el himno completo aquí. La observación de Gustavo es muy atinada:

Cuando en su condición de alcalde de Trujillo el señor Acuña fue invitado a inaugurar la feria del libro de la ciudad, llamó la atención que confesara que casi nunca lee ni escribe, lo cual constituye la prueba más honesta de cinismo e incoherencia que he visto en mi vida. Además, como este himno lo demuestra, no duda en aparecer en cuanto material promocional produzca su universidad, pues conoce y alimenta esa noción de que el primer requisito para que voten por uno es ser conocido.

Pero lo bueno es que su reflexión no se detiene en Acuña, sino que, vamos, este es un fenómeno que impregna a la política nacional:

Creemos, como los niños lo hacen con Papá Noel, que en las siguientes elecciones sí nos tocará el bueno, el Acuña de turno, y nuestras injusticias se borrarán como por conjuro, en lugar de pedir con asedio las reformas de todo el sistema. Y así, pues, aparecen los Castañeda de amarillo, o los Mauricio Diez Canseco, o los Humala, o las Keiko, o los Kuczynski con –¡oh, casualidad!– el partido o el símbolo que lleva sus siglas.

Yo añadiría que esto también refleja la miserable realidad de las universidades-negocio. San Marcos puede tener una administración corrupta pero imagínense que el himno esté dedicado a Cotillo, o que la PUCP se vea obligada a cantarle a Cipriani.