discriminación , libertades , redes sociales Jueves, 4 junio 2015

5 historias de mujeres peruanas que consiguieron abortar y que deberías leer

Airon Nelson

Periodista que le gustan los tatuajes. @AironNelson

Más allá de lo que decidan los feligreses congresistas, el aborto es una realidad que viven todos los días las mujeres en nuestro país. Negarle este derecho es promover un aborto clandestino en el que la vida y la integridad de la mujer se pone en riesgo.

Para conocer esta realidad, les recomendamos la página de Facebook ‘Yo Aborté‘, que viene publicando las historias de mujeres que cuentan sus experiencias sobre el aborto. Nosotros hemos recopilado cinco testimonios que te harán entender la realidad del aborto en nuestro país.

 

1. Estaba estudiando

Historia de

Historia de Kate M.

«Yo aborté a los 19 años. Me cuidaba con pastillas anticonceptivas y por razones tontas de la vida quedé embarazada, no porque no me cuidara sino por tomar pastillas anticonceptivas vencidas. Me di cuenta luego de dos semanas que comencé a tomarlas pero ya era tarde. Mi novio y yo estudiábamos y ninguno de los dos trabajaba, fue la mejor decisión, no hubiésemos podido darle una buena calidad de vida a nuestro bebé. No soy un monstruo«.

 

 

2. Tuvo el apoyo de su familia

Historia de

Historia de Thais.

«A los 19 años quedé embarazada. Tenía información sobre anticoncepción, pero no la suficiente: utilicé la pastilla del día siguiente y no funcionó. Cuando decidí que no quería tenerlo –no tuve muchas dudas al respecto-, por no saber a dónde ir, pedí ayuda a mi madre. Tuve la suerte de que, aunque demostró su desacuerdo, me apoyó en mi decisión, sin cuestionarme, y consiguió un médico que me practique el aborto. Aborté en una clínica privada. Aunque tuve algo de nervios, me trataron bien y no tuve miedo de que me pasara algo: perder la capacidad de reproducirme, tener una infección, morir. Tuve un aborto seguro, sin maltrato, porque tenía el apoyo de mi familia pero, sobre todo, el dinero para pagarlo. Ese no es el caso de la mayoría de mujeres en el Perú«.

 

 

3. El hombre le mintió

Historia de Va

Historia de Valeria L.

«Aborté cuando tenía 20 años, soy lesbiana y era la primera vez que tiraba con un hombre y él me mintió diciendo que se había cuidado y como yo no sabía la diferencia con o sin condón, le creí cuando dijo que se lo había puesto. Tuve a abortar. Somos libres de decidir nuestro camino».

 

4. Culpable, siempre se sentirá culpable

Historia de Natalia F.

Historia de Nadia F.

«No somos monstruos, no sé realmente si tú deseas ser madre. Yo, en lo personal . Pero me parece que sí sería monstruoso obligar a vivir a un niño(a) con los problemas que yo tengo (con los cuales ni yo puedo vivir) y las dificultades que tendré luego y las necesidades que no podré satisfacer del bebé. Y no lo considero un asesinato. Obvio me da tristeza porque sí quería tenerlo. Pero antes de hacerlo me hice una ecografía, aún no había embrión ni latidos. El doctor me dijo que solo era tejido, que en una semana más podríamos ver y escuchar los latidos del corazón. Aborté antes de la semana. Me puse a llorar en varias ocasiones. Imagino que para una mujer que ha sido violentada debe ser mucho peor. Debe sentirse muy culpable. Incluso yo luego me sentí culpable… ¡Siempre nosotras somos las culpables! Es lamentable que no podamos erradicar ese pensamiento y va a ser muy difícil. Pero hay que continuar avanzando».

 

 

5. Una historia sin drama

Historia de

Historia de Jennny Llanos.

«Para abortar en el Perú no necesitas que ninguna ley te autorice. Lo único que hace falta es dinero y contactos. Yo tenía ambos, afortunadamente, y por eso mis abortos se produjeron sin dramas ni sobresaltos. También ayuda, sin duda, el hecho de no profesar ninguna religión. No tengo ninguna frase lacrimógena que compartir porque no me arrepiento, ni tengo pesadillas al respecto. Solo quiero decir que yo aborté, y que lo volvería a hacer y que cualquier mujer que necesite compañía, orientación o lo que sea en este trance puede contar conmigo».

Esta historia es la que tiene más ‘likes‘, la crudeza con la que es contada puede alterar a cualquier cristiano. Pero Jimena Ledgard explica muy bien por qué este el testimonio que más ha resonado:

Lo valiente de este testimonio es que ayuda a romper un mito absurdo y terriblemente dañino: el de que todo aborto produce un daño emocional espantoso e irreparable en las mujeres. Es hora de dejar de repetir esa mentira absurda: muchas mujeres abortan, por diferentes motivos, y sienten que tomaron la decisión correcta y responsable. Muchas mujeres no miran atrás, muchas mujeres luego no tienen hijos, pero muchas sí lo hacen y son madres maravillosas y felices.

El chantaje de que el aborto siempre daña emocionalmente a una mujer es espeluznante y lo peor es cuando viene justamente de quienes dicen promover los derechos reproductivos. «A pesar de que el aborto es siempre una experiencia traumática y terrible para cualquier mujer, debería ser legal» es una de las peores cosas que uno puede decir. Nadie tiene derecho a hablar por todas las mujeres, las mujeres que abortan tienen todo el derecho del mundo de ser felices y no retorcerse de culpa, y el síndrome post aborto es un mito que todas las asociaciones de psicología serias se han encargado de desmentir. Hay mujeres para las que es terrible, claro, pero sospecho que para la mayoría de mujeres en nuestro país lo más terrible y traumático es no saber si te vas a morir desangrada, no el aborto en sí.

Ya llegará el día en que el aborto sea legal. Mientras tanto, lamentablemente, los testimonios como el de Jenny serán la minoría.

Airon Nelson

Periodista que le gustan los tatuajes. @AironNelson