metaperiodismo , politica , redes sociales , sociedad Miércoles, 8 abril 2015

Para ver quién es quién. Una breve selección de algunos tuits del opinante favorito de las mineras, el Oso Santillana

El cada vez mejor espacio de Luis Davelouis en Perú.21 destacó una entrevista que habría pasado desapercibida si es que el entrevistado (en pizarrita, como si fuera profe) no se hubiera mandado con unas frases de antología.

(«Brutos» «Bricheros» «Fantoche» «Ignorante» y nos quedamos cortos).

Y decimos que hubiera pasado desapercibida porque este discurso tiene más de una década sin ningún éxito fuera de Lima. Tratar de meter pánico con un cuento ya desgastado: que el descontento de la gente con los proyectos extractivos es culpa de unos manipuladores izquierdistas todopoderosos.

Por suerte, la cosa es al revés. Los izquierdistas tratan de subirse al descontento de la gente y aprovechan que a los políticos de los otros bandos les pasa el tren de la indignación popular pero, la verdad, solo triunfan allí donde los medios y los voceros de las mineras logran inflarlos (caso ejemplar: Gregorio Santos).

Es una lamentable ceguera ideológica que se niega a admitir el colapso del modelo de negociaciones entre la población y los proyectos de inversión. Esto solo consigue que no podamos discutir seriamente qué hacer para garantizar, de verdad, la continuidad de la inversión en el Perú (que a todos nos conviene).

Maestro con pizarra.

Maestro con pizarra.

En fin, pero aquí tratamos de pedir discusión seria pero en los medios seguimos poniendo como gurúes a personas cuya última prioridad es el debate alturado y los argumentos de fondo.

Si no, miren esta selección que hemos hecho de los tuits del buen Osito Santillana, que es un buen pata, pero, bueno, lean:

Su pedido de perdón

Elegancia ante todo

Putas y bataclanas

Mensaje en clave al Presidente

Esto es lo mejor: su obsesión sexual con Cateriano

 

 

 

Responsable por sus palabras

Al menos es coherente

Y, claro, todo esto nos deja una lección de vida

 

Los colegas de Buenos Días, Perú pidieron disculpas por lo de «brichero» y han hecho bien. De hecho, hicieron bastante: por último, ellos no fueron los del adjetivo. Pero quizás todos debemos empezar a abordar el tema de fondo, más allá de los adjetivos: evaluar a quiénes encumbramos como maestros con pizarrita.

Ver también:

Carta de Marisa Glave a Panamericana