Dos varones tomando un trago, todo normal. Foto: MGM (Ben Hur)

Ben Hur es como un testigo de Jehová

Todos en algún momento le han prestado atención al menos cinco minutos. Ben Hur también ha sido la piedra angular de la semana santa para muchas generaciones de peruanos. Sus tres horas de duración son perfectas para rendirse ante la modorra provocada por todas las variantes de pescado que por alguna razón que ni dios conoce todos comen.

Pero la película estelarizada por Charlton Heston también es una de los largometrajes más homoeróticos que la industria hollywoodense produjo durante los años 50. Obviamente esto es como un baldazo de agua fría para todas las señoras en alpargatas que en este momento están saliendo de la misa de 12, pero es la verdad.

Lo que pasa es que este útero es progay

Sí, eso está claro, pero no cambia la verdad: Ben Hur es la historia de dos hombres que en su adolescencia fueron amantes, luego uno de ellos quiso regresar a la situación previa, el otro no quiso porque ya no era bicurioso y empieza la peor (y más épica) venganza por despecho alguna vez contada, filmada y producida.

Y no lo decimos nosotros, lo dice el mismo guionista de la película:

Lo que Gore Vidal dice es que el argumento no era suficiente para guiar la acción dramática: dos hombres tienen diferencias políticas, se odian y así durante tres horas. Nótese que estamos hablando de un remake, que a su vez está basado en una novela del siglo XIX.

Pero felizmente se le ocurrió la solución: Stephen Boyd (que interpretaba a Mesala, el némesis romano del judío Ben Hur) es el único que sabe que debe interpretar su rol sutilmente gay; Heston, por su parte, no tenía idea pero la sugerencia, lo implícito, ya estaba ahí. Estos dos hombres habían tenido una relación y ahora se odiaban.

El amor es más poderoso. Además, se agarran a latigazos de pura cólera. Ya pues, esto no es sólo LGTB, es BDSM:

Demasiada gente muerte por culpa de un despecho.

Claro, esto fue «controversial»

En su momento, Charlton Heston –al igual que en este momento toda persona que consideraba a Ben Hur casi una institución del catolicismo– entró en negación total y realmente detestó con furia todo el asunto.

Además, resulta que Vidal había estado metiendo referencias homosexuales a varios de sus guiones desde entonces. Todo esto fue demasiado para Heston –quien además era un gran amante de las armas y el derecho a tenerlas– quien tildó al guionista de ser un loco y mentiroso.

Pero Vidal se bajó todos los argumentos de Heston al escribir una carta aclarándolo todo. Pero si aún dudas, solo mira esta escena:

¿Por qué Mesala tiene esta afición con los latigos?, ¿quién es ese muchacho bastante joven que tiene en su terraza romana?, ¿qué clase de mirada es esa que ambos se están dando?, ¿tienen ropa interior debajo de esas togas? No es por nada, Charlton, pero el mensaje está ahí: la película es más gay que una canción de Rafaella Carrá.

Eso sí: es un poco hasta las huevas que a Heston no le hayan dicho lo que iba a hacer…

#UniónCivilYa

…porque hasta fotos como esa ahora pueden ser reinterpretadas.