sociedad , webeo Jueves, 12 marzo 2015

3 miedos teológicos bastante estúpidos que quisieron detener el avance de la sociedad

Diego Pereira

I'm back, bitches » @algunpereira » diego@utero.pe
Hace unas décadas atrás este habría sido un post hereje. Foto: imgkid

Hace unas décadas atrás este habría sido un post hereje. Foto: imgkid

Hace poco nos topamos con un post bien paja en Cracked en el que se detallaban ocho momentos en los que crecimos como sociedad pero que curiosamente tuvieron cierta resistencia al querer aplicarse. Como para demostrar que la historia se va a encargar de exponer muchos argumentos actuales contra el progreso como realmente estúpidos, aquí te traemos los tres más alucinantes.

¿Qué tienen en común? Pues que no estaban «en el plan de Dios».

 

1. Los faroles son satánicos

Ramón Castilla trae la luz. Caricatura de L. Williez.

Ramón Castilla trae la luz. Caricatura de L. Williez.

Porque destruyen tu concepto del día y la noche. En serio, esto era un argumento real. Todos sabemos que el alumbrado público es precisamente aquello que te permite caminar un poco más tranquilo, sin temor a los choros, violadores y demás «amigos de lo ajeno». Las lámparas de gas, en un inicio, fueron las que permitieron esto. Las antorchas finalmente se quedaban en casa.

Pero varias autoridades se opusieron al cambio por dos motivos:

  • Sanidad: como te vas a quedar despierto más tiempo, te vas a resfriar
  • Teológico: Dios estableció la diferencia entre el día y la noche

A tanto llegó la noica que en 1831 el Papa Gregorio XVI llegó a prohibir que los faroles a gas aparecieran en varias provincias perteneciente al papado por miedo a que las horas extras de luz generen una rebelión contra la iglesia. Ahora mira a tu alrededor y agradece porque nadie les hizo caso.

 

2. Los pararrayos son satánicos

Dios quiere matarte y tú no te dejas. Foto: Peru21

Dios quiere matarte y tú no te dejas. Foto: Peru21

Porque no permiten que la ira de Dios se manifieste. No, en serio. Ese era el argumento que empezó a recorrer el mundo luego de que Benjamin Franklin dijo «ya tengo un palo bien chévere para que no te mueras cuando de la nada te parte un rayo». Una gran ayuda para tu hogar, también. Los protestantes apodaron a los para rayos «cañas herejes» que no permitían que el Señor Todopoderoso se exprese con su respectiva furia.

Tanta palta y recelo había contra estos palitos defensores de la electricidad, que incluso los responsabilizaron por un terremoto en Massachusetts. Incluso se decía que afectaban la cosecha porque los cables a tierra le quitaban toda la humedad al campo. Cualquier cosa. Lo cierto es que los rayos seguían cayendo, pero no sobre prostíbulos, bares o demás centros de esparcimiento, sino sobre las iglesias que solían ser los edificios más altos.

Un ejemplo de esto es la torre de San Nazaro, en Italia, que fue impactada por un rayo y mató a 3000 personas porque no le quisieron poner un pararrayos.

Algo que probablemente no sabías es que en nuestro país no solo suelen caer rayos lastimando y -de vez en cuando- matando gente, sino que los pararrayos que se venden no siempre protegen como deberían. Así informaba Perú21 hace un par de años:

“Este mortal fraude viene creciendo peligrosamente en toda la sierra, en el Altiplano y en la selva del país, donde los pararrayos se ofertan entre US$400 y US$2,500, pero se trata de modelos tetrapuntales o ‘no convencionales’, que han sido vetados mundialmente porque la seguridad que ofrecen es mínima”, dijo a Perú21 el ingeniero Lizardo López Ingunza, quien tiene más de 20 años de experiencia instalando sistemas antirrayos.

Ahora todos andan más atentos, pero igual es difícil reconocer pararrayos realmente buenos.

 

3. La polifonía es satánica

Nada como un buen canto gregoriano para alabar a Dios (acá hay un ejemplo «más serio» en caso quieras):

Solo que en su momento, los golpes con las tablas no eran una realidad. Sino, nada hubiera cambiado, es bastante divertido ver a monjes golpearse.

Lo cierto es que antes la música era monofónica. ¿Quécómocuándo? Monofónica significa que se trata de una sola nota tocada tras otra, todo en linea, todo bien cuadrado, todo bien ordenado. Básicamente el Papa Juan XXII prohibió la polifonía por ser «lasciva». Esta prohibición continuó hasta algún punto de los 1500 en el que se compuso la «Misa Para el Papa Marcelo«, dedicada al Papa Marcelo II quien sencillamente no se aguantó y dijo «esto es muy bonito, hagamos más cosas así».

Nos hubiéramos perdido de esto:

De esto:

E incluso de esto:

¿Por qué la iglesia se cierra con las rolas de Sergio Galliani? Porque caos, desorden y pecado.

 

Y acá tu yapa de miedo teológico irracional:

Ya pues. Ya sabemos cómo va a terminar esto. El alumbrado público, los pararrayos y Sergio Galliani han sentado precedente.

Diego Pereira

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