noticias Domingo, 8 marzo 2015

Esta comunidad del Ecuador es un ejemplo de cómo vivir libre de las grandes petroleras en la Amazonía

Después de leer este post, se van a dar cuenta que todavía hay esperanza. Lo que encontró el periodista David Goodman en este pueblo de la Amazonía ecuatoriana es sorprendente. ¿De qué estamos hablando? De la comunidad Sarayaku, en el sur del vecino país norteño. Ellos, de acuerdo a este informe en la revista Yes!, son la «cara de la resistencia indígena del siglo 21. Ahora les vamos a contar por qué.

Foto: Caroline Bennett

Nina Gualinga, mujer de la comunidad de Sarayaku. Foto: Caroline Bennett

Sarayaku ha conseguido que el gobierno de Ecuador respete sus derechos y queden libres de las exploraciones petroleras. Ellos tienen una forma de ver el mundo. Cuenta Goodman:

Lo que encontré en Sarayaku no era sólo una comunidad de defensa de su territorio. Me encontré con un pueblo que cree que su estilo de vida, profundamente conectado con la naturaleza, es una promesa para los seres humanos, para salvarse a sí mismos por el calentamiento global y la extinción. Ellos están luchando por avanzar en una visión libre del capitalismo al que llaman sumak kawsay-Kichwa, que significa para «vivir bien». Viviendo en armonía con el mundo natural e insistiendo en que la naturaleza tiene derechos dignos de protección.

Patricia Gualinga, hermana de Nina, la mujer de la foto, y otros miembros de la comunidad han viajado hasta Europa para advertir a los ejecutivos de las grandes compañías y decirles que ellos siempre se van a poner a la extracción de petróleo en sus tierras. Eso no es todo: tienen un documental que cuenta su lucha, han presentado demandas, han marchado miles de kilómetros en protestas públicas y hasta han contado sus testimonios ante la ONU.

 

¿Qué dice el gobierno ecuatoriano?

Su resistencia ha tenido éxito y, por obvias razones, eso no ha sido del agrado de los que están a favor de las inversiones petroleras en el gobierno ecuatoriano.

Actualmente, José Gualinga, hermano de Patricia, está liderando a la comunidad para que presionen al gobierno de Rafael Correa a cumplir con la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que falló en el 2012 a favor de Sarayaku. Lo que dijo el tribunal fue que el gobierno tenía que pedir disculpas a la comunidad y pagarles miles de dólares por haber permitido en el 2000 una perforación en la zona sin su consentimiento. Todo un precedente para los pueblos del mundo, sobre todo del Perú que sufren por estas mismas razones hace muchísimo tiempo, como en el Pastaza.

«El gobierno dejó que las empresas petroleras exploten y exploren el petróleo en este territorio. No hubo consulta. Muchas comunidades se agotaron de las compañías petroleras. Sarayaku fue el único pueblo que no se vendió el derecho de las compañías petroleras para explorar »

«En los seis meses de lucha, hubo tortura, violación, y fuerte sufrimiento de nuestro pueblo, especialmente a nuestras madres y niños. Volvimos con enfermedades psicológicas. Todos los militares que vinieron … Este fue un muy, muy mal momento.»

Los miembros de la comunidad consiguieron que los trabajadores de la petrolera se vayan de Sarayaku aterrorizados. Nunca regresaron. Ellos tenían -y tienen- claro que los pueblos indígenas no pueden vivir sin la selva. Por eso hacen todo lo posible por defenderla.

 

Todo un ejemplo

Foto: Caroline Bennett

Sabino Gualinga, líder tradicional de la comunidad. Foto: Caroline Bennett

Definitivamente esta comunidad se ha convertido en un faro de esperanza para otras comunidades indígenas y activistas mundiales que luchan por el medio ambiente.

«Queremos seguir viviendo una buena vida en el bosque,» dice Patricia. «Nosotros queremos ser respetados, y queremos ser un modelo que podría ser replicado.»

Lo mejor de todo esto es que ellos siempre repiten su objetivo: detener el cambio climático y las emisiones de carbono. Una causa que no solo es para los miembros de esta comunidad, de este pedazo de la Tierra, sino para el mundo.

Pueden leer la historia completa de Sarayaku aquí.

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