cine , tv Viernes, 27 febrero 2015

Adiós a Leonard Nimoy: una vida larga y próspera

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Ha muerto Leonard Nimoy, quizás uno de los primeros íconos audiovisuales de la ciencia ficción. Y pensar que en su momento Star Trek era considerada el equivalente de lo que ahora llamamos televisión basura. Quizás muy pocos de los que estén leyendo este post llegaron a apreciarlo en su momento, la infancia de mi generación es más hija de Star Wars o, incluso, de Star Trek: The Next Generation. Así que el querido Spock es un gusto adquirido, un poco más maduro y, por lo mismo, más apreciado.

Su Spock –y ya no sé en cuál de los múltiples homenajes de hoy leí esto y coincidí– podría haber caído en el clásico cliché del alieníegena alienado, ajeno, sin sentimientos. Pero Nimoy partió de esa supuesta frialdad para construir todo un rango sutil de emociones que nos permitieron empatizar con él. Llevó su personaje a donde ningún otro extraterrestre de la televisión había llegado antes.

Por años estuvo peleando contra el typecasting (lanzó un libro llamado «I am not Spock» y luego, otro, reconciliado, «I am Spock«), relegado a papeles de dibujos animados (como Galvatron, en la clásica película animada de los Transformeres) e incluso alcanzó el éxito comercial como director con la súper ochentera Tres Hombres y Un Bebé.

Live long and prosper. En la gala de la última Star Trek. Foto: Reuters

Live long and prosper. En la gala de la última Star Trek. Foto: Reuters

Pero él fue y siempre será un proto-friki. Comprometido con su propia saga (dirigió dos películas de Star Trek) e intentó filmar la del Señor de los Anillos, solo para tener que contentarse con esto.

Quizás por esto nos ha conmovido tanto su muerte. Mr. Spock, abanderado de la lógica y comentarista externo de las debilidades humanas, era un poco como el abuelito de todos nosotros. El que –con dudas y retrocesos– abrazó su lado friki y orgullosamente lo expuso al mundo, cuando ser nerd aún no era the new sexy.

Mr. Nimoy, usted nos abrió camino. Ahora debe continuar su viaje a las estrellas.