¿Por qué están protestando contra la «Ley Pulpón»? ¿Y qué dice el Gobierno?

Ya no estamos en tiempos de «Ley Pulpín», sino de «Ley Pulpón». ¿No entienden nada? Hace dos días hubo una protesta masiva en contra de este proyecto de ley que generaría un recorte de derechos laborales y despidos colectivos. Los «pulponazos» han empezado y no van a detenerse hasta que archiven todo.

Probablemente no tengan el mismo impacto, porque solo ataca a un sector específico, a los formales. Pero si en materia laboral te quedaste en la derogatoria del régimen laboral juvenil, aquí te contamos de qué trata el proyecto de ley 4008 por el que hasta anuncian un paro nacional.

¿Qué es la «Ley Pulpón»?

Foto: La Mula

El ministro de Economía, Alonso Segura ha demostrado, después de la «Ley Pulpín», ser obstinado y terco. No fue suficiente el tremendo rechazo y todo lo que generó el régimen laboral juvenil. Ahora, insisten en otro proyecto de ley, el 4008, y esperan que, cuanto antes, se apruebe en el Pleno.

La República precisa qué es este proyecto que la Comisión de Trabajo y Economía aprobó en diciembre del año pasado (pese a que ni el ministro de Trabajo ni el de Economía asistieron a la sesión):

La principal propuesta de la nueva norma es la de reducir 10% al 5% el porcentaje de trabajadores requeridos para el cese colectivo por razones económicas. 

¿Eso qué quiere decir?

Los que defienden la norma aseguran que es una medida de flexibilización laboral. Pero también existe la posibilidad de despedir colectivamente si la empresa declara resultados negativos de la utilidad operativa por tres trimestres consecutivos, explicó Mirtha Llanos, coordinadora de la Red Solidaria de Trabajadores del Perú, en esta otra nota de La República.

Sí recortará la grati

La segunda parte de este proyecto de ley es más claro: exonera a los bonos de hasta 20% de la remuneración anual, que no será considerado parte del cómputo de las gratificaciones, CTS, EsSalud y pensiones. ¿Cómo se interpreta eso y cómo afecta a un trabajador? En esta nota de La República así lo explican:

Si actualmente un trabajador es contratado por S/. 1.000 al mes, las gratificaciones y la CTS que le corresponden se calcularán sobre esos S/. 1.000. Es decir, en un año el trabajador recibirá doce sueldos por un total de S/. 12.000, dos gratificaciones de S/. 1.000 cada una y un depósito de CTS por S/. 1.000. Todo sumaría  S/. 15.000 de ingreso para el trabajador.

Pero con el nuevo sistema propuesto por el gobierno, un trabajador podrá ser contratado por un pago de S/. 1.000, pero divididos de la siguiente manera: S/. 800 como parte de la remuneración y S/. 200 como bono. Así, al trabajador solo le tocará S/. 800 por cada gratificación (S/. 1.600 y no los S/. 2.000 que deberían ser) y un sueldo por CTS de S/. 800 y no S/. 1.000 que le correspondería con el actual marco laboral.

Es decir, exactamente un recorte del VEINTE POR CIENTO. Esto sí es un montón.

Hay otro punto en este proyecto del MEF que establece que la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) “ya no tiene potestad” para investigar una denuncia de un trabajador contra una empresa si el caso es judicializado, por ejemplo, en las reincorporaciones.

El proyecto de ley aún está por pasar a votación del Pleno, pero también está el Decreto Supremo 013-2014, emitido el 20 de noviembre. ¿Qué dice? Los trabajadores aseguran que es una «carta abierta» para que las empresas despidan a su gusto.

¿Qué dice el Gobierno?

El nuevo ministro solo ha dicho que «evaluará» el proyecto. Foto: Perú21

Buscamos declaraciones de alguien del Gobierno que trate de defender esta ley, pero miren lo que pasó.

• Otárola, antes de irse del Ministerio de Trabajo, dijo que la bancada nacionalista no apoyaría el proyecto de ley 4008. Bueno, está en el Ministerio de Justicia y con él no es.

• El congresista Teófilo Gamarra, también de Gana Perú y que votó a favor de este proyecto, dijo a La República que su bancada aún no se ha reunido para determinar su posición.

• Y el actual ministro Daniel Maurate ha dicho que va a evaluar.

Ahora las organizaciones de jóvenes que se enfrentaron a la «ley pulpín» se han unido a la lucha de sindicatos, entre ellos la CGTP. Parece que a la Ley Pulpón ya le cortaron todos los obstáculos.