Esto es todo lo que debes saber sobre el final inédito y semi-feliz de la COP20 en Lima.

Eufórico presidente de la COP: Manuel Pulgar-Vidal. Foto: Feis COP.

La madrugada del domingo, mientras juergueabas dormías, terminó la cumbre climática más importante del año. Hace unos días, una encuesta de Datum reveló que el 92% de los peruanos no sabía ni había escuchado de la COP20. Es probable que el 8% que queda no haya podido informarse de qué es lo que sucedió al final.

Si no sabes nada de la COP, primero lee este post con las cuatro noticias que debieron habernos contado de la COP (en vez del zapato de Toledo).

¿Ya lo leíste?

Muy bien. Entonces ya sabes que el objetivo era lograr un borrador de acuerdo climático que pueda ser ratificado en París COP21 en 2015 y que este reemplace al Protocolo de Kioto (ese sí te suena, ¿no?).

La buena noticia es esta: que los negociadores de más de 190 países consiguieron acordar un documento con más de un centenar de hojas con todo lo que tendrá que discutirse en la próxima cumbre. Esto, que es inédito, incluye compromisos “cuantificables” en reducción de gases de efecto invernadero. Para que entendamos qué han acordado, también han publicado el «Llamado de Lima a la Acción Climática», un texto de cuatro páginas con las decisiones.

Pero, insistimos, ¿qué nos ha dejado esta cumbre? Estos son tres datos para entender lo que se logró en la COP20.

1. Se ha hecho lo suficiente para llegar a París

Primero lo primero, un video que podría pasar a la historia: el martillazo de Pulgar Vidal, el presidente de la COP20, y su grito de victoria: «Damos por aprobado el documento«.

Esto declaró tras el cierre de este evento que lo ha tenido sin dormir por más de dos semanas:

“La decisión de Lima es sólida no solo porque cumplió los mandatos que le estableció la COP19 de Varsovia, sino porque a su vez aprobó en Lima el borrador que contiene los elementos para la negociación, cosa que nunca antes había ocurrido.”

Eso es verdad. The Economist en esta nota lo recalca, como para darnos cuenta que Pulgar Vidal no está exagerando:

Los negociadores en Lima han hecho lo suficiente para mantener vivas las esperanzas de un tratado sobre el clima el próximo año. (…) El acuerdo de Lima establece las reglas bajo las cuales los países tienen que hacer, antes de la reunión de París, sus «contribuciones destinadas determinadas a nivel nacional» (INDCs) a este esfuerzo. (…) Con lo finalmente acordado, el documento de Lima ofrece algo para todos. Se requiere un equilibrio entre los compromisos de reducción de emisiones y la adaptación.

Foto: Lima COP20

¿Qué más dice el texto final? Que los países «pueden» proporcionar información detallada y en un calendario cuáles serán sus recortes de emisiones de gas invernadero. Esto será publicado en el sitio web del secretario de la Convención de la ONU sobre el cambio climático.

Llegar al “Llamado de Lima para la acción climática” -que es como lo han bautizado- no fue fácil. La periodista Beatriz Jiménez cuenta en La República un buen dato de cómo llegaron al acuerdo:

Una de las llaves que permitieron desbloquear las negociaciones fue el punto 4 del acuerdo, que «urge» a los países desarrollados «a prever y movilizar soporte financiero para acciones ambiciosas de mitigación y adaptación» para los países ya afectados por el cambio climático. En ese sentido, el texto «invita» a los países a incluir este financiamiento junto a los compromisos de reducción de emisiones. 

Así fue cómo finalmente quedó el texto del punto 4, el mismo del que se refiere la periodista Beatriz Jiménez:

Insta a la Partes que son países desarrollados a proporcionar y movilizar apoyo financiero mejorado a Partes que son países en desarrollo para las acciones de mitigación y adaptación ambiciosas, en especial a las Partes que son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático; reconoce el apoyo complementario de otras Partes.

De acuerdo con el ministro, lo que ha dejado la COP20, además de superar la meta de financiamiento destinado al Fondo Verde para el Clima, ha sido el fortalecer los programas de los países sobre sus contribuciones nacionales y los mecanismos de financiamiento, los que deberán presentar el próximo año. Esto, dijo, está plasmado tanto en el documento aprobado, como en el de las decisiones. Por otro lado, Iván Lanegra, experto ambiental de la Defensoría del Pueblo, resumió lo más importante del borrador en seis puntos en esta nota para La Mula:

1. Reconoce el mecanismo de pérdidas y daños.

2. Releva el tema de la adaptación como parte del acuerdo.

3. Reitera compromiso de alcanzar un acuerdo que refleje principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.

4. Releva el tema del apoyo financiero a países en desarrollo para sus acciones de mitigación y adaptación. En particular, los más vulnerables.

5. Plantea reforzar trabajo hacia nuevo acuerdo.

6. Agrega lineamientos –muy básicos– para las  Contribuciones Nacionales Determinadas (INDC por sus siglas en inglés).

Sin embargo, para Enrique Martua de Climate Action Network, el tema de Daños y Pérdidas es «la gran ausencia». Así lo explica en la nota de Beatriz Jiménez:

Su inclusión se limita a una cita del texto.  Es decir, ningún avance.  Específicamente, el acuerdo dice que para facilitar el entendimiento transparencia y claridad  las contribuciones “podrían incluir, si es apropiado, entre otros” información cuantificable, periodos de tiempo, alcance, cobertura, planificación, etc. Es decir, todo queda a merced de la voluntad de los gobiernos de turno.

Es decir, todo depende de cómo lo mires. Repetimos: para muchos puede ser un fracaso; para otros es un triunfo haber alcanzado lo suficiente para llegar a París.

2. El papel clave de Pulgar-Vidal

Flickr: Lima COP20

Ya lo habíamos dicho: el ministro de Ambiente era EL hombre de la COP20. Así lo demostró durante los días oficiales y las últimas horas de la cumbre. Sobre todo en los momentos más tensos como la negociación y el salvar la COP para que no sea un total fracaso. En esto no estuvo solo, sino con la secretaria general de la COP, la costarricense Christiana Figueres. Ambos han sido los artífices de este acuerdo que genera esperanzas para París 2015.

Cuenta la periodista Beatriz Jiménez:

Las delegaciones consultadas resaltaron la labor del ministro. Incluso, la organización Climate Action Network encargada de los antipremios diarios de la COP salvó a Pulgar Vidal del  «Fósil» dado al gobierno de  Perú por su incoherencia al aprobar paquetes legislativos que vulneran la institucionalidad ambiental mientras es anfitrión de la Cumbre del Clima.

El representante de la WWF en Perú, Juan Carlos Riveros, también comentó en El Comercio sobre el papel de Pulgar-Vidal en esta cumbre y cómo hizo para participar en todos los eventos programados. Desde reunirse con las poblaciones indígenas, con las altas autoridades, y en todo lugar en el que su presencia termina siendo fundamental:

“Ha empujado varios procesos de negociación. Todos le reconocen el nivel de entusiasmo y de energía casi enfermiza”

Bien por el ministro.

3. Lo nuevo: incluir a los pueblos indígenas

Foto: Flickr LimaCOP20

En la foto está el ministro de Ambiente, con dos representantes de pueblos indígenas. Uno es peruano y conocido: Alberto Pizango de AIDESEP; la segunda es Rodeon Sulyandziga, representante de la Asamblea Global Nacional de Pueblos Indígenas.

Ernesto Ráez, ex asesor del Ministerio del Ambiente, en esta nota de La República, asegura que la participación por primera vez de los pueblos indígenas en la cumbre climática más importante del mundo es uno de los hechos más importante que deja Lima COP 20:

«A partir de hoy será impensable una COP sin presencia indígena, uno de los grupos que más hace por no destruir el planeta pero que son de los más afectados por el cambio climático»

Además, tuvieron espacios en Voces por el Clima, esta cumbre paralela con acceso gratuito. Con estas dos acciones quedó claro que se consideró como importante la situación de los pueblos indígenas gracias al cambio climático..

En resumen, todavía queda un año de esperanza. Antes, la primera parada del 2015 será en febrero en Ginebra, donde se discutirá lo acordado en la COP20. Sin embargo, con lo visto en Lima, la negociación en París no será nadita fácil. Por lo menos, lo que se consiguió aquí, es suficiente para mantener vivo al planeta hasta que llegue el sucesor del Protocolo de Kioto.