noticias , sociedad Viernes, 7 noviembre 2014

5 frases de un ex presidente chileno a favor de la legalización de las drogas

Diego Pereira

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Foto: Radio U Chile

Foto: Radio U Chile

Este martes se produjo un hecho histórico en el largo debate que existe alrededor de la marihuana. En cuatro estados de Estados Unidos: Washington, Oregon, Alaska y Florida,  se votó a favor de su legalización. Y ayer Ricardo Lagos, expresidente de Chile, habló fuerte y claro sobre la legalización de las drogas en su país. Chile, como dijimos en otro post, es uno de los países más conservadores de la región (nunca tanto como Perú) y Lagos lo sabe. Por eso él mismo afirma que se demoró bastante en dar el paso hacia adelante.

Después de 5 años de analizar todas las posibilidades, participar en debates y formar parte de una comisión de ex mandatarios que propondría liberar las drogas en el planeta, Lagos finalmente se convenció que la política de prohibición ha fracasado. Su propuesta va más allá de lo convencional, propone también la legalización de la cocaína como un segundo paso.

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Un café en Amsterdam donde se puede fumar marihuana

1. Prohibir no funciona

Reconozco que el Chile del 2000 es distinto al de 2006 y al de 2010. Es una sociedad que se ha hecho cada vez más liberal, más abierta. Yo llegué a la convicción de que la política prohibicionista había fracasado. Uno va teniendo otro tipo de contacto, ve lo que ha pasado en Colombia, México, en Centroamérica. Todo apunta a la necesidad de entender que este no es un tema individual de un país, aunque cada uno deba definir sus propios caminos.

2. Lo prohibido siempre es más divertido

Una cosa es decir que quiero legalizar, pero yo no quiero que la juventud chilena sea drogadicta o adicta a la marihuana. Hay un elemento interesante: el fruto prohibido siempre atrae. Si deja de serlo, cambia la forma de hacer campaña. Hay que saber hacer una campaña para explicar. Ahí les podemos decir a los jóvenes que si quieren probar lo hagan después de los 24 años, porque si no van a tener daño cerebral. Aguántese. A lo mejor hay ideas mucho más geniales que éstas, pero se debe comenzar el debate.

3. Imitemos de una vez el modelo europeo

 Hay dos estados en Estados Unidos (Washington y Colorado) que legalizaron la venta de marihuana. Uruguay hizo lo mismo. Los amigos europeos hace tiempo resolvieron que este es un tema de salud pública, y el drogadicto que ya no tiene arreglo es tratado como un enfermo con cáncer. Y hay preocupación para que tenga una muerte feliz o darle drogas a los que tienen dolores. Para el drogadicto que no tiene vuelta y que es un absoluto dependiente, hay que suministrarle la droga y preocuparse de que la jeringa esté limpia. Así no se producen contagios. Desde el punto de vista de salud, el acceso a las drogas debe ser regulado y controlado: que esté en los centros de salud para aquellos que tienen dolor.

4. El alcohol es más dañino que la marihuana

El alcohol en Estados Unidos se vende, pero a una persona joven siempre le van a pedir el carné. Anduve unos 10 días en Estados Unidos con un nieto de 24 años y en ninguna parte le dejaron de pedir la cédula de identidad para tomarse una cerveza. Está claro que los daños cerebrales no sólo se producen cuando pequeño. Entre los 15 y los 24 años hay que hacer campañas de prevención: no al alcohol, no al tabaco. En cambio, respecto a la droga no hay una campaña. Hay un castigo, una prohibición. Cuando uno ve que muchos estudios científicos hablan que el alcohol y el tabaco son más dañinos y adictivos que la marihuana uno dice hay que parar. Incluso más: hay varios que dicen que no hay mayor diferencia entre la marihuana y la cocaína.

5. Llenar las cárceles no sirve

Más que cambiar de posición, tomé conciencia. Es una política de sentido común: la droga es negativa, una cosa es el consumo de las personas, la decisión individual, pero el comercio de aquello es un comercio ilícito que debe ser castigado, y el que lo hace se va a la cárcel. Esa es la sabiduría convencional. Nunca le di un segundo pensamiento a ello. Pero cuando uno ve los números la cosa cambia. La relación droga-criminalidad es brutal. ¿Cuántas mujeres tenemos en las cárceles simplemente porque las pillaron con un kilito de marihuana en el bolsillo, porque eran burreras en el Norte? Eso es mandarlas a hacer un posgrado en delincuencia.

Puedes leer la entrevista completa aquí. Lo importante de declaraciones como estas es que al menos permiten la posibilidad de abrir el debate sobre un tema tan controversial. 

Diego Pereira

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