noticias Jueves, 8 mayo 2014

El debate por el libro de Thomas Piketty llegó al Perú

Thomas Piketty, autor del libro "Capital in the Twenty-First Century"

Thomas Piketty, autor del libro «Capital in the Twenty-First Century»

Estos últimos días se ha generado un debate en torno a un tema bastante atípico para nuestras redes sociales: economía en el siglo 21, redistribución de capital, impuestos para los ricos, etc. Todo ha sido obra del economista francés Thomas PikettyThe Economist lo ha apodado el «Karl Marx moderno» – y de su libro «The Capital in the Twenty-First Century» que en marzo fue traducido al inglés. Este ya se ha convertido en un bestseller y en el libro más vendido por Amazon, incluyendo el género de ficción.

El libro cuyo título original es  « Le capital au 21e siècle », es el resultado de quince años de investigación, desde 1998 hasta el 2013, y lo que demuestra es que las brechas de desigualdad han aumentado porque los retornos al capital han crecido mucho más rápido que los retornos al trabajo (productividad). O sea, que el capitalismo hace que  los ricos se vuelvan  más ricos y los pobres más pobres.

El mismo Piketty resumió una de las ideas principales de su libro en una entrevista de The New York Times:

«Si uno analiza el período desde 1700 hasta 2012 se ve que la producción anual creció a un promedio de un 1,6%. En cambio el rendimiento del capital ha sido del 4 al 5%»

Sin embargo, lo que ha desatado la mayor polémica ha sido una de sus recomendaciones. Él propone una política de impuestos progresivos de acuerdo al capital. Un impuesto anual que podría empezar en 0.1% y podría llegar a un máximo de 10% para los más ricos. Piketty también sugiere un impuesto sancionador de 80% sobre los ingresos  que estén por encima de $ 500.000 o más. Aquí, un video donde él lo explica.

En el Perú, las reacciones frente a esta propuesta han sido las siguientes.

Por un lado, Jorge L. Daly, profesor de  Centrum de la PUCP, escribe para El País, diciendo que el aporte de Piketty es valioso para nuestro país:

Mi apuesta es que Piketty sí tendrá relevancia para Perú porque nos muestra los efectos de un capitalismo donde el mercado es el árbitro y regulador único de la economía y, aunque no lo resalta, con la capacidad para someter la vida social, política, cultural de un país. En Estados Unidos, el libre mercado marcha inexorable en un campo punteado por brechas enormes que separan a los ricos de los demás, en el que ya queda muy poco que no tenga precio y en donde las normas colectivas y legales cada vez ceden más paso a esa codicia que corroe el tejido social. Pues bien, la emulación de este esquema, la reproducción de este tipo de capitalismo en un país como Perú que nació como producto de la violencia excluyente y que todavía no está socialmente vertebrado, significa apostar por la barbarie. Abra los ojos, ya está entre nosotros, hecha realidad por mineros ilegales que deforestan parques naturales, por la violencia homicida en las calles, por empresarios de la educación que se hacen millonarios sin importarles la calidad del servicio que ofrecen, por autoridades regionales que recurren a la amenaza para silenciar a opositores y a la compra de jueces y periodistas para encubrir fechorías.

Juan Carlos Tafur, no sólo le da la razón al libro sino que se pregunta por qué Piketty no incluyó al Perú en su estudio:

Acá se le tendría que dar la razón a Piketty. Desde los 90 se ha retirado al Estado presencial de la economía peruana, lo que es muy bueno, pero su presencia virtual- legislativa sigue no solo incólume sino que es cada vez mayor produciendo riquezas rentistas por doquier. Basta revisar todos los días ‘El Peruano’ y se podrá notar que entre privilegios tributarios, permisos especiales, concesiones a dedo, modificación de contratos a poco de firmados, licitaciones con nombre propio, se digita el destino de cientos de millones de dólares sin que en ese proceso intervenga el mercado como espacio decisorio de éxitos o fracasos.

Si uno se hace rico mejorando los bienes y servicios que ofrece al mercado, si logra aumentar calidad y a la vez disminuir precios, o si logra reducir notablemente sus propios costos de producción, su beneficio irá de la mano con el bienestar de todos. Eso es lo que Adam Smith llamaba la mano invisible del mercado.

Pero si no es así, la riqueza será producto de una simple exacción en perjuicio de todos para trasladarle rentas a muy pocos. Es ese capitalismo corporativo, muy lejano de un capitalismo liberal, lo que predomina en el Perú. Tranquilamente, Piketty podría haber agregado a nuestro país en su estudio, que acá hay muy pocos héroes capitalistas y sobran oligarcas rentistas.

En vista del optimismo de algunos, Augusto Townsend ha comentado en su facebook que Piketty no es marxista ni por asomo:

"el experimento soviético eliminó al mismo tiempo todos los rendimientos privados de la capital"

«el experimento soviético eliminó al mismo tiempo todos los rendimientos privados de la capital»

Por su parte, Mirko Lauer  no es tan optimista y finaliza diciendo que no hay nada novedoso sobre su propuesta del impuesto a los ricos.

Las figuras del capital (que para Piketty ha vuelto a ser cada vez más algo hereditario antes que meritorio) aceptan el veredicto histórico del libro, pero consideran sus propuestas inviables. Sin embargo la idea de más impuestos a los ricos no es tan novedosa, y en verdad está por todas partes. No en vano Piketty es un importante asesor del Partido Socialista francés.

Luis Triveño de Gestión, va un poco más allá y dice que si bien el libro es interesante…

Piketty mismo reconoce que su propuesta es inviable; y creemos que tiene razón. Sin embargo, el valor de su obra es enorme solo por haberle puesto números al sentimiento de miles de millones de personas en todo el mundo. Y quizás a ello deba el gran éxito de su libro. Por supuesto, que una publicación sobre un tema tan controversial, cargada de propuestas tan provocadoras, no va a estar exenta de críticas. Ojalá que estas vengan acompañadas de alternativas de acción.

Juan José Garrido Koechlin, en su columna de Peru21, no sólo dice sus propuestas no son nuevas sino que la demostración que hace Piketty sobre las brechas de la desigualdad a lo largo de la historia, no significa ninguna novedad.

¿Es la desigualdad un fenómeno de la era capitalista? De ninguna manera. Todos los estudios sobre la desigualdad en la historia antigua (Grecia, Roma, entre otros) señalan índices de desigualdad altísimos comparados a los de hoy. En la Edad Media la desigualdad creció, y bajó –en algunos países– recién en el siglo XX. Y es que, más allá de lo que muchos creen, crecimiento e igualdad no van de la mano necesariamente.

En el caso peruano, la desigualdad se ha reducido notablemente en los últimos 24 años. Un reciente artículo del economista Richard Webb en el diario El Comercio brinda amplia información al respecto. Todo apunta a una mejora sustancial de la equidad en el Perú, en contra de lo que muchos opinan.

Lo que les molesta a nuestros pobretólogos no es la pobreza o la desigualdad; es el modelo.

Como bien dice Carlos León Moya, en Hildebrandt en sus Trece

 La recomendación es leer el libro. Piketty no solo combina economía con historia, sino que lo hace con un lenguaje amigable, explicando conceptos y dejando los modelos matemáticos para los anexos. Si critica a sus colegas economistas por centrarse en preguntas irrelevantes y gozar infantilmente con las matemáticas y la teoría económica, su salida ha sido óptima: trajo de vuelta la pregunta sobre la desigualdad, acaso la más relevante de todas las preguntas.

Pueden comprarlo en Amazon o por mientras, pueden ir leyendo parte de la introducción, o si prefieren pueden descargarlo.

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