Lima Viernes, 21 marzo 2014

Así me salvé de morir en la Costa Verde

Ayer, un amigo de este útero casi muere en la Costa Verde. Éste es su testimonio.

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Foto: El Comercio

Transitar por la Costa Verde es un acto de valor. Es como atravesar un campo de batalla donde un tiro te puede caer desde cualquier lado. La diferencia es que aquí sabemos que la muerte viene desde el acantilado, como meteoritos fugaces, en piedras de todo tipo, que pueden destrozarte el carro, la vida o a los seres que mas quieres.

Desde que tengo recuerdo siempre ha sido así. He visto lunas destrozadas, choques por esquivar piedras, heridos  y muertos por la TV. Recuerdo la muerte de un periodista francés el 95, la muerte de un modesto trabajador el 2002, la cabeza destrozada de un empleado de un banco el 2009, el niño Thiago el 2014, docenas de reportes en todos los noticieros durante años. Pero eran eso. Cosas que le pasan a otros. No a uno.

Pero la mañana de ayer el destino quiso mostrarme en vivo y en directo como es la vida, y como es la muerte.

Como todos los días tomé la ruta de Chorrillos – San Isidro, iba por el carril derecho (cosa que nunca hago, por precaución) rumbo a mi trabajo y de pronto una piedra del tamaño de una pelota de básquet cayó con con una fuerza descomunal contra la pista, a un segundo de mi paso. Luego de 2 virajes dignos de un corredor de autos, pude controlar el auto sin mayores percances.

Pero la vida y la muerte estuvieron alli. En esos 2 segundos. Si iba más rapido la piedra me daba de lleno y no estaría contándolo. Si iba más lento impactaba y sacaba de la pista al carro que venía por la izquierda, y le arruinaba la vida a alguien.

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¿Alguien hubiera tenido la culpa de mi desgracia? No

¿Si estuviera muerto alguien asumiría su responsabilidad? No

¿Si estuviera gravemente herido alguien me hubiera ayudado con los gastos médicos? No

¿Si mi carro estuviera destrozado, alguien se hubiera hecho responsable? No

Entonces está claro que ni Susana Villarán, ni la alcaldesa de Barranco, ni el Alcalde Chorrillos (donde vivo y de donde son la mayoria de vehiculos que usan esta zona de la costa verde) ni la Autoridad Autónoma, ni Defensa Civil, ni los Boys Scouts tienen responsabilidad sobre lo que pase en esta zona. ¿A quién le echo la culpa de mi casi-desgracia?

A nadie.

Mejor me persigno y acelero nomas.

Atte:

Un vecino Chorrillano casi-feliz de no haber muerto en la Costa Verde.