educación , noticias Lunes, 16 diciembre 2013

Vamos con Fe (y Alegría)

En la educación peruana no todo está perdido.

El colegio Fe y Alegría N°58 en Jicamarca obtuvo el primer lugar de la evaluación académica en todo Lima. Además, se encuentra en el primer lugar de todos los colegios Fe y Alegría de Latinoamérica en…¡comprensión lectora!

Todo comenzó con el padre Jesús Herrero Gómez, quien estuvo a cargo de los colegios Fe y Alegría del Perú durante diez años. También fue presidente del Consejo Nacional de Educación.

Foto: Fe y Alegría

Padre Jesús Herrero Gómez. Foto: Fe y Alegría

Lamentablemente, nos dejó el pasado martes a los 71 años. Durante su vida insistió en la necesidad de enfocar la educación como una necesidad económica del país, además de asegurar que los resultados no se verían en un corto plazo. Por eso es que no resulta tan paradójico que falleciera la misma semana en que se pueden apreciar los resultados del colegio de Jicamarca.

Este colegio se encuentra en la zona de Villa Esperanza -la zona más pobre de Huarochirí- que no cuenta con pistas, agua potable ni desagüe

A pesar de eso, 35 profesores se dedican a enseñar porque les apasiona. Según cuenta El Comercio, hay niños de 13 años que han leído más de 150 libros. Todo gracias a un modelo de incentivos llamado «Me Gusta Leer» que involucra la participación de los niños en su propia educación, como en el diseño de la biblioteca.

A los niños se les da pulseras de colores cada vez que terminan una cierta cantidad de libros, y son felicitados públicamente.

El colegio es el mejor en comprensión lectora entre los Fe y Alegría de Latinoamérica. (Foto: Paul Vallejos - El Comercio)

El colegio es el mejor en comprensión lectora entre los Fe y Alegría de Latinoamérica. Foto: Paul Vallejos – El Comercio

Esta forma de incentivar la lectura ya está teniendo resultados en evaluaciones como PISA. Y es que aquí no solo se desafía a la pobreza, también la forma tradicional de tratar al alumno o alumna: son respetados.

Así lo explica el profesor Juan Villegas en conversación con El Comercio:

“Todos somos puntuales porque respetamos a los estudiantes. Estamos pendientes de lo que pasa con ellos. Si alguien falta, vamos a buscarlo a su casa”

O está el ejemplo de la hermana irlandesa Patricia McLaughlin, que al recibir como donaciones lapiceros y cuadernos usados, los rechazó:

“Déjalos, no los usaremos –le dijo la hermana–. Aquí no aceptaremos sobras de otros. Mis niños no son diferentes a los de las mejores escuelas. Todo será nuevo para ellos”.

El colegio está ubicado en la zona más pobre de Huarochirí. Foto: Paul Vallejos - El Comercio

El colegio está ubicado en la zona más pobre de Huarochirí. Foto: Paul Vallejos – El Comercio

Prefieren que sean llamados la Escuela Amable y de Alta Calidad.  Esta escuela ha logrado que los niños tripliquen su porcentaje en comprensión lectora. Vean este reportaje con el que ganaron el premio «La Buena Escuela»

Como dice Patricia McLaughlin, estos chicos tienen escasos recursos materiales, pero no son pobres en inteligencia ni talento.

Bien sabía el padre Jesús Herrero Gómez, que los resultados a nivel educativo son a largo plazo, por eso dedicó una vida a la educación de estos niños, aunque no pudiera ser reconocido en vida por sus resultados.