discriminación , literatura , sexo , violencia Martes, 9 marzo 2010

Desesperadamente buscando a Lisbeth Salander

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Ayer fue el Día Internacional de la Mujer y el buen ojo de Andrés Edery nos lo recordó con un post invocando a Lisbeth Salander, la primera hacker en ascender al Parnaso de la literatura universal. Me robo su idea como excusa para sacar del teclado algunas ideas que me han estado rondando.

Confieso que soy de los patitas que se toman a la chacota cualquier reivindicación femenina, que las cuotas de género me parecen ridículas, que los comerciales de cerveza me ofenden no por su machismo sino por su babosería y que levanto mi cejita ante argumentos tipo «me atacan porque soy mujer».

No, no soy así. Era. Hasta que devoré, afiebrado, la trilogía Millenium de Stieg Larrson. Vargas Llosa ha dicho que no se había topado con nada similar desde leía a Dumas de niño y que Lisbeth y «el periodista fornicario» Mikael Blomkvist, sus protagonistas, son los justicieros que el siglo XXI necesitaba. Ya si con eso no los convenzo de ir corriendo a comprar sus más de dos mil páginas, nada lo hará.

Decía que yo era como era hasta que leí Millenium porque esta trilogía de novela negra/thriller/espionaje tiene un eje francamente inesperado: los hombres que odian a las mujeres (título original de la primera entrega de la saga). Inesperado porque la novela es sueca y por más que la Suecia de Larrson sea un magma de corrupción de visos fujimoristas, vamos, sigue siendo Suecia, el país al que todos los demás miran como ejemplo de modernidad y democracia.

Y aún así, Suecia y todo, Larrson –periodista y activista de izquierda al fin- se las ingenia para intercalar unas estadísticas terroríficas REALES sobre maltrato a la mujer -sí, en ese país epítome de la civilización occidental- y, además, entrelazar los escalofriantes cifras con una trama por momentos sórdida en la que las mujeres (empezando por la indomable Lisbeth) llevan la peor parte  únicamente por eso, porque son mujeres y porque, aunque suene simplón, sencillamente hay hombres que odian a las mujeres.

A propósito del Día y de la novela, me puse a buscar estadísticas peruanas. Agárrense. Según un informe del Ministerio Público, el 70% de mujeres asesinadas en el Perú fueron atacadas por sus parejas, el 48,4% de asesinatos tuvo a los celos como móvil y el 28,9% ocurrió en el hogar de la pareja.

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Un informe internacional de la OMS, reveló que el 49% de limeñas (¡la mitad!) ha sufrido violencia por parte de sus parejas. Hay más: la quinta parte, es decir, una de cada cinco peruanas sufrió abuso sexual de niñas. ¿Cuántas mujeres tienes en tu familia? Ya, una-de-cada-cinco. En el Perú rural, como sospecharán, la cosa es peor: la primera vez del 24% de mujeres no fue consentida. Eso es la cuarta parte de las mujeres andinas. Al respecto también vale la pena revisar el capítulo correspondiente en el Informe Final de la CVR.

Como verán, el problema de las mujeres en este país va más allá de qué tan calata sale Tilsa Lozano en el comercial de cualquier cosa (hombre, qué vivan las calatas). Millenium nos muestra que, en realidad, se trata de un problema universal y que el mundo no ha avanzado tanto como nos gustaría creer. Y precisamente por eso, porque es un drama mundial, es importante insistir sobre el tema aquí en la tierra de la Teta Asustada. Allí están los números -que tanto le gustan a Lisbeth- demostrándonos que si la Salander fuera peruana, tendría mucho más que vengar.

Link: No se pierdan todas las estadísticas y una entrevista a Martha Rondón en La Mula.