libertades , noticias , politica , sociedad Jueves, 13 agosto 2009

Un joint en el break

arnold_jointAsí como nos quejamos de todo, esta vez habría que felicitar al Tribunal Constitucional. El lunes, el TC ordenó que regrese a las aulas un estudiante expulsado de la USIL por haber sido ampayado con su wirito. Algunos lo han visto como el visto bueno legal para el desbande, pero no es tanto así. Vía Perú.21:

“No es que estemos dando luz verde al uso de marihuana. Solo aclaramos que cualquier institución, pública o privada, no puede decidir un castigo si antes no ha sido especificado en un reglamento”, explicó [Carlos Mesía, vicepresidente del TC]. (…)

De todas formas, sirva el caso para reabrir la polémica. A Aldo Mariátegui no le falta razón cuando dice:

…la medida de la USIL peca de excesiva y estúpida, hasta fascista de cocina. El sancionado no sólo tenía buenas notas, sino que le faltaba menos de un año para acabar la carrera. Tampoco la estaba comercializando, lo que sí es muy punible. (…)

Admitámoslo: nos guste o no, la marihuana es una «droga blanda» de consumo muy común a esa edad y cualquier muchacho puede caer en ese pecadillo. Ni que fuera cocaína o «pastel». Ya en mi época (los 80) uno encontraba yerba por toda la Facultad de Letras de la PUCP y era bastante común ver gente fumando por el estacionamiento, los baños, el jardín llamado «El Paraíso» o por las canchas de fútbol. ¡Se «prendían» hasta cerca de la céntrica rotonda! Y muchos de los que lo hacían ahora son profesionales serios y tranquilos, más gordos y sin las pelucas de antaño. ¿O ya vamos a estar como Meche Cabanillas y Mulder, que prácticamente tildaban de «fumón» a Mario Vargas Llosa en la campaña de 1990 por haber éste confesado que había consumido cannabis una vez de joven? Preocupan estas actitudes regresivas, como si no hubiéramos vivido los años 60.

Ya se ha explicado mil veces que combatir el uso de las drogas sólo beneficia a los traficantes. El Insituto Peruano de Economía puso en blanco y negro hace muy poco cómo es que las políticas antidrogas terminan promoviendo el narcotráfico:

Estas políticas de lucha contra el narcotráfico buscan reducir la oferta de la droga.  No obstante, hay quienes opinan que esta estrategia está destinada al fracaso.  El conocido economista Gary Becker es uno de ellos.  En su texto The failure of the war on drugs insiste en su propuesta de legalizar la comercialización de las drogas, pero sujeto a una regulación que las controle.  Después de todo, cuando hablamos de drogas estamos hablando de un bien inelástico.  Es decir, de un producto que ante cambios del precio seguirá siendo demandado en una cantidad similar.  Al final, por efecto de la intensificación de la lucha contra el narcotráfico, los costos se incrementan, lo que lleva su precio hacia arriba, un precio al que los demandantes siguen dispuestos a comprar drogas.  Esto solamente incrementa las ganancias de los dedicados a esta industria y pone a las autoridades en una situación cada vez más vulnerable.

Por supuesto, la legalización de las drogas no ocurrirá en las próximas décadas, si es que algún día ocurre. Hay demasiados intereses en juego y demasiados prejuicios. No podemos hacer nada contra los primeros, pero cualquier motivo es bueno para ir luchando contra los segundos.

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Link: ¿Un asunto personal? (Poder)
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