sociedad Lunes, 11 mayo 2009

¿Partidos o conciertos?

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Los Jonas Brothers (según Coqui Fernández, los Beatles de nuestra era

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Flashdance film ) quizás sean los últimos en tocar en el Estadio Nacional. El próximo concierto anunciado, el de Depeche Mode, anunció ayer que suspendía la venta de entradas porque todavía está buscando locación

(el Monumental les quedó chico).

¿Por qué no se pueden presentar en el Nacional?

Simple. Porque hay una cosa que se llama los Panamericanos Dinosaur movies , que sucederá el 2015, que al parecer es un torneo de fútbol, sea lo que sea eso, y que necesita que el Nacional tenga grass natural en vez del lindo grass artificial que ha permitido que 40 mil almas vibren, salten y arrasen con todo durante los conciertazos que hemos tenido en los últimos meses.

Pero, claro, no tendría sentido para el señor Woodmann, presidente del IPD, gastar 20 millones de soles

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en poner pasto natural, para que -mientras se instale- los fans de la música lo aplasten y lo dejen inservible (lo que no quiere decir que el pasto natural sea incompatible con los conciertos, pero sí lo es su instalación). Por tanto, adiós conciertos.

Lo irónico es que, como publica hoy Perú.21, los megaconciertos están generando una dinamización del turismo interno.

Eso, sin mencionar la envidia que empezamos a generar en Colombia download Five Minutes of Heaven o en Chile, especialmente porque el Estadio Nacional de Santiago tampoco podrá ser usado para conciertos. Los chilenos, especialmente, temían que las grandes bandas viniesen sólo a Lima, atraídas por nuestro Nacional, un escenario capaz de albergar a 45 mil personas, por encima del Monumental (30 mil) o el Jockey Club (20 mil).

Pues bien. Se acabó. Gracias a nuestro querido Gobierno y su fútbol, el Estadio Nacional no podrá ser usado para conciertos hasta el 2011. Fue bueno mientras duró. The party is over. cymbalta