periodismo Martes, 21 abril 2009

El Comercio por dentro

comercioSencillamente espectacular el reportaje de Ricardo Uceda en la edición de hoy de la revista Poder

Enigma move

. «Anatomía del poder en el grupo mediático más importante en el Perú», promete el gorro. «Los Miró Quesada y la guerra por el poder en el diario más influyente del país», dice la carátula.

Desde el despido de Augusto Álvarez Rodrich hasta anécdotas sutilmente graficadas con Vrubel, el reportaje de Uceda resulta imprescindible para los que quieran comprender de qué va este negocio del periodismo. Algunos párrafos:

…sus problemas [los de AAR] eran previos a la crisis de los “petroaudios”. Antes de su estallido, en una primera conversación, José Antonio García Miró le había comentado a Álvarez Rodrich lo que molestaba a la familia de Perú 21: la apología de la Comisión de la Verdad, los columnistas caviares, los ataques a Cipriani y Giampietri, y una hostilización a Alan García que, en el fondo, favorecía a las corrientes “antisistema”. El presidente del Directorio no le pidió nada específicamente. (…)

Con todas estas posibles causas, faltaba un detonante. ¿Fue el factor García? Para un testigo de los hechos principales:
–No, no fue por el Presidente. Aunque García o amigos de García  hayan cargoseado, ese Directorio realmente no actúa por presiones políticas. En el fondo, la correlación mayoritaria en la empresa deseaba ejercer su poder. Ya habían cambiado al director de El Comercio

Youth Without Youth ipod

, y querían cargarse a alguien más. Álvarez Rodrich no les gustaba. “¿Nos lo cargamos? Ya, nos lo cargamos”, se dijeron. (…)

[Alejo Miró Quesada] (p)asó buena parte de su tiempo escribiendo códigos para fortalecer la independencia de El Comercio. Él mismo los cumplía en situaciones difíciles. En una ocasión, ante una invitación presidencial, se negó a conversar con Alan García en Palacio. De acuerdo con los Principios Rectores del diario, podía hacerlo en un lugar neutral, con presencia de editores. Le mostró estas normas al Presidente cuando, tiempo después, le hizo una visita gremial.
–Muy astuto –dijo García–. (…)

…años atrás, el diario no informó plenamente lo que ocurrió con operaciones irregulares con el dólar MUC por parte de algunos directores en la década de 1980, tema que se hizo público en las postrimerías del gobierno de Fujimori. Cuando esto trascendió, Alejo –quien estuvo al margen y desconocía las operaciones cuestionadas– era subdirector, y se planteaba el problema de cómo informar al respecto. Era un asunto difícil para cualquier medio. Por entonces, un editor le recordó que Los Angeles Times, ante una acusación que lo vinculaba con negocios irregulares, contrató a un periodista independiente para que investigara sin ataduras el caso y publicó la información –incriminatoria– en primera página. Alejo contestó con un movimiento de cabeza.
–Estamos cambiando, pero creo que nos faltan muchos años
para tomar una decisión así. (…)

Lo más amenazante, sin embargo, provino de un estudio de mercado que dibujó, sin asomo de duda, el tipo de periódico que los peruanos querían. Nada parecido a El Comercio. El diario del futuro era tabloide, insolente, de oposición, de un costo menor de un dólar. El Comercio nunca llegaría a serlo, pero tenía que trabajar mucho para acortar las distancias. Se imponían cambios periodísticos y empresariales. El director anunció que el perió dico iba a tener más garra y agresividad. Alejandro Toledo pagó los platos rotos. (…)

Aunque con Perú 21, Trome, Canal 4, y otros negocios y publicaciones, el grupo empresarial se adueñó de más de 50 por ciento de las ventas y la publicidad del mercado (73 por ciento de la publicidad en la prensa), los ingresos por circulación de El Comercio cayeron 7 por ciento en el 2003. Una opción de reducir el tamaño del periódico –costaba unos 30 millones de dólares– no fue aprobada. El director empezó a ser jaqueado en el Directorio. ¿Para esto se había sacado a la familia? (…)

Durante octubre, sendos comités editoriales, integrados por multitud de accionistas, fueron instalados, como collares alrededor de los directores periodísticos, en El Comercio y Perú 21

In Bruges dvdrip

. El ex subdirector, Hugo Guerra, volvió para ser literalmente la mano derecha del estadista Francisco, con el poderoso título de Editor de Opinión Adjunto a la Dirección. Al comienzo el ambiente estuvo tenso, pero con el tiempo se relajó. Los accionistas sugieren temas amablemente y no interfieren con los directores. En Canal 4, donde el número es más razonable –son tres, contando a un representante de La República

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también se respira un clima constructivo. Propicio, se diría, hacia la celebración del 170º aniversario del periódico, en mayo próximo.

La revista viene con un árbol genealógico que casi podría haberse convertido en póster.

P.S. (23/04): La respuesta de Hildebrandt