tv Martes, 21 abril 2009

Ampay se salva

En los blogs y los diarios todos andamos muy preocupados por el VRAE

Barbie in a Christmas Carol divx

, por la crisis económica que nos come y todavía seguimos discutiendo la falsa encuesta de CPI. Pero en el mundo real, o sea, en la tele y la prensa chicha, solo se habla del inminente regreso de Magaly Medina a Canadá.

Aquí un resumen del affair «trampay».

Ayer, Magaly se disculpó

Al toque salió Angie Jibaja en el programa de Beto y se mantuvo en sus trece: sí demandará a Magaly (que ha despedido a su abogado, el saladazo Nakasaki).

Todo este incidente puede parecer banal, pero, después de la sentencia a Fujimori, cuando vemos que el Poder Judicial sí puede funcionar, es necesario que sea evidente que la justicia se aplica a todos por igual. Vamos, cualquier periodista se puede equivocar, pero Magaly ha desobedecido una y otra vez las normas de conducta que se le impusieron, abusando de su poder como figura mediática (y de la absolución moral que el Presidente le dio). Cito a Beto:

Y reincide, sobre todo, en quebrantar cuatro de las cinco reglas de conducta que debe cumplir para poder seguir en libertad vigilada y no purgar la prisión que, tras apelar, le aumentaron a dos años. El juez le ha prohibido ausentarse de su lugar de residencia sin autorización, pero ella se larga a Tacna como si nada. Le ha exigido resarcir económicamente el daño causado pero ella, pobrecita, no tiene bienes a su nombre. Le ha demandado “rectificarse el mismo número de veces” que difamó y en “el mismo espacio”, pero a ella, bah, le llega altísimamente. La ha conminado, por supuesto, a no volver a difamar so pena de retornar a Santa Mónica pero ella se ataca de la risa y bailotea y allá va otra vez y de nuevo y todo chévere, normal. No pasa nada. Se lo limpia exhaustivamente con el Código Penal. Con tantos y tan notables pergaminos, ¿qué le espera? Déjenme adivinar. Ahorita le ofrecen el doble de billete y se la jala otro canal.

A estas alturas, las disculpas de anoche son insuficientes. Como diría Vivas Pirates of the Caribbean: At World’s End , no aprendió. El problema es que nosotros tampoco. No creo, como dice Maritza Espinosa, que este incidente eche por tierra su carrera. A la gente hace rato no le importa si los ampays de Magaly son reales o no. La gente solo quiere divertirse. La gente solo quiere a la celebridad orinando en la calle, la calavera en portada, el dosaje etílico del cadáver. Magaly no es el único monstruo.