violencia Lunes, 13 abril 2009

Postales del "Operativo Excelencia"

dire130409soldados-heridosEl jueves, catorce soldados fueron asesinados por el narcoterrorismo cerca de Sanabamba, a 30 kilómetros del Vizcatán, mientras patrullaban la zona de día. Además, a José Huamán Silva han tenido que amputarle la pierna y otros tres soldados abaleados se debaten entre la vida y la muerte. Algunas reacciones:

Yehude Simon (el viernes):

Esa es una reacción por la presencia del Consejo de Ministros en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE), Dirty Deeds rip porque se ha demostrado el avance de la democracia con la participación de cientos de ciudadanos de esa zona, que están por la paz y el cambio de cultivos”,

Ántero Flórez Aráoz (ayer):

“Siempre puede haber algún error, todos somos seres humanos. Puede haber habido algún error, como, por ejemplo, fue un error salir de día. Para hacer eso (patrullajes) se sale de madrugada o en la noche”,

Fernando Rospigliosi:

«La operación Excelencia, llamada así irónicamente, es un desastre. (…) Desde esa fecha (diciembre del 2006) hasta ahora lo único que tenemos es decenas de muertos ni un solo senderista abatido«, manifestó. (…)

«¿Cuál es el objetivo de andar por una zona donde no estarán frente a frente con los senderistas

? No tienen porqué patrullar porque no se  encontrarán con los senderistas cara a cara», apuntó.

Finalmente, Rospigliosi remarcó que no basta con construir escuelas, colegios y hospitales en esas zonas, sino que hace falta una acción eficaz contra los terroristas para lo cual es indispensable enviar personal especializado.

Roberto Chiabra, citado en Habla Sonia Luz:

En un interesante artículo, precisamente el ex ministro de defensa, advierte acerca de los riesgos de enfrentar por separado al terrorismo y el narcotráfico “por dos instituciones –se refiere a la policía y el ejército- que se pelean por presupuesto, por divulgar éxitos mediáticos y sin trascendencia, con una lucha por la primicia en la inteligencia, por eso no la comparten y sin unidad de comando que es la deficiencia más grande”.

Líneas atrás hablando de una estrategia global contra el narcoterrorismo también señalaba “Más vale un programa social que tiene carácter permanente, que influye y tiene más significación en la población, que una acción militar que es temporal y no tiene mayor gravitación”.

Fritz Du Bois:

Más aun, se ha confirmado que las dos terceras partes de los efectivos militares en el VRAE son conscriptos cumpliendo su servicio militar. Súmele a eso la falta de equipamiento demostrada en la incapacidad de poder comunicarse con las patrullas y tenemos un negligente cuadro de abandono al personal en la zona más peligrosa del país por parte del alto mando militar ¿No deberían estar en el VRAE las fuerzas élite del Ejército bien equipadas y pertrechadas en lugar de soldados adolescentes indefensos e inexpertos?

Jaime Antezana:

Yo se lo dije personalmente a un alto oficial que está en el VRAE, que la mayor parte de narcoterroristas se había desplazado a otras zonas pero aún así hicieron el Operativo Excelencia. La justificación fue que Vizcatán era un santuario para los terroristas, que era una zona de tránsito de droga e ingreso de insumos químicos, y que la organización cobraba “cupos” y sacaba su propia producción de droga. Los militares creían haber afectado su economía. Además, por la contraofensiva del narcosenderismo, para recuperar Vizcatán, pensaron que la mayor parte de las columnas regresarían al lugar, lo que nunca ocurrió.

La Primera:

La actitud de las autoridades del gobierno incrementó ayer la incertidumbre general sobre lo ocurrido en el VRAE, pues mientras el ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, dijo tener sólo información contradictoria sobre las dos emboscadas ocurridas contra patrullas del Ejército en esa agreste zona con el saldo de trece soldados muertos, el presidente Alan García reapareció en público con un espectacular bronceado, síntoma de un feriado playero, sin ofrecer declaraciones sobre los terribles hechos.

La República:

“Fue terrible lo que encontramos. Los senderistas han rematado a los heridos a balazos y cuchillazos. Son unos cobardes”, dijeron a La República fuentes militares que participaron en la operación de rescate.  De igual forma remataron a los heridos de la masacre de Tintay Puncu, Tayacaja, Huancavelica.

Según las mismas fuentes, al detonar los explosivos los soldados sobrevivientes buscaron lugares de refugio. En ese trance, los terroristas se dieron todo el tiempo para ubicarlos y luego uno a uno torturarlos y rematarlos brutalmente. Los cuerpos presentan impactos de proyectiles de armas de fuego de diferente calibre en diferentes partes. Y en algunos casos desfiguraron los rostros de los efectivos.

El Comercio:

Entre la maleza nos dispararon a quemarropa. Los niños y las mujeres entregaban las armas a los varones, quienes nos disparaban”, narró un sobreviviente.