corrupción , periodismo Jueves, 23 octubre 2008

Petrogate en El Comercio: renunciaron a Ampuero

1206310981550-6746ba6675-0.jpgEste martes, Fernando Ampuero -ex director de Somos, de Canal N, del Dominical y, hasta esta semana, de la Unidad de Investigación de El Comercio- fue despedido. Gustavo Gorriti en su columna de Caretas cuenta que su salida fue el resultado de la asunción de los nuevos Miró Quesada, pero que el desencandenante fueron los petroaudios y aquí la cosa se pone interesante:

El contencioso central fue el escándalo de los petroaudios. La unidad de investigación de El Comercio tuvo los audios desde, por lo menos, mediados de septiembre pasado. Pese a la insistencia de la Unidad de Investigación de El Comercio por publicarlos, el diario no lo hizo. Finalmente, como se sabe, los audios fueron difundidos por otros dos medios del grupo El Comercio: América TV y también por Peru21.

El grupo familiar que domina ahora El Comercio está en contra de que se haya utilizado audios obtenidos ilegalmente y se haya propalado información que, en su concepto, desestabilizó la gobernabilidad y provocó la caída de un gabinete.

De hecho, quienes hayan leído con cuidado los editoriales de El Comercio y Peru21 durante la última semana se habrán percatado de una polémica solapada entre ambos diarios respecto de los audios. Peru21 sostiene, mencionando los principios rectores del grupo editorial, que la revelación de la corrupción era lo más importante; mientras que El Comercio enfatiza el peligro del chuponeo.

Acá pueden leer el referido editorial de Álvarez Rodrich, de la semana pasada. Y aquí, dilecto lector, puede leer una columna de Hugo Guerra -a quien Gorriti ubica «a la derecha de Gengis Khan»- diciendo que los periodistas que publicaron los audios son «parte de una cadena siniestra». Guerra -cuenta la columna- ha regresado a la plana periodística del diario. Ojo con esto:

Los periodistas de la unidad de investigación fueron responsabilizados por algunos miembros de la nueva dirección de El Comercio, de haber proporcionado los audios a los otros medios del grupo. «Nos han acusado hasta de lobistas, de desestabilizadores de la gobernabilidad», me dijo un periodista de ese diario el martes pasado.

Curiosamente, esta misma edición de Caretas dedica tres páginas a señalar a José Ugaz como el responsable del chupón (tropezando de nuevo con la misma piedra). Y cuentan una historia similar a la de Gorriti. La unidad dirigida por Ampuero iba a publicar los audios, cuando ocurrió el cambiazo:

…Luego de una decisión del directorio, el sábado 27 de setiembre Francisco Miró Quesada asumió como nuevo director de El Comercio en reemplazo de Alejandro Miró Quesada. ‘Paco’ paralizó el reportaje de los ‘petroaudios’ y solicitó profundizar la investigación. Una semana después, Rospigliosi hizo públicos los audios en el set de Cuarto Poder. (…)

Fuentes del decano señalan que su nuevo director, Francisco Miró Quesada, ha ordenado una investigación interna para determinar cómo llegaron los audios al jirón Miró Quesada y qué papel jugaron en el caso Ugaz, Bernardo Roca Rey, Fritz Du Bois y su antecesor en la dirección. Una de las primeras decisiones de Miró Quesada al asumir el cargo fue interrumpir los servicios de Ugaz como asesor legal del diario.

Y aquí volvemos al debate de siempre. En su columna, Gorriti sentencia que «si la información es corroborada independientemente por el medio y revela un caso importante de corrupción, debe ser publicada. (…) El objetivo esencial del periodismo libre es informar, publicar, no ocultar.» Pero la revista, en cambio, no defiende el derecho de Ampuero -ex subdirector de Caretas- a publicar los audios y más bien afirma:

El meollo está en cómo fue empaquetada periodísticamente una historia que se origina en un presunto y muy costoso espionaje industrial. (…) Mensajes de este tipo son muy poderosos. ¿No hay una responsabilidad periodística en presentar la información con un contexto adecuado? ¿Acaso hacerles el juego a poderosos intereses es parte del trabajo periodístico?

Hurm. No sé. ¿Investigar una investigación no es también hacerle el juego a altísimos intereses?

Blog: Pepitas comenta este caso y también el retorno de Alfredo Marcos… en Caretas.

P.S.: Hildebrandt tiene otra visión de los hechos. Atentos a lo enfatizado:

El nuevo director de “El Comercio” está haciendo una limpieza a fondo. Le aceptó la renuncia a Fritz Du Bois, cuyo derechismo hacía de Odría un revolucionario. Después ha despedido –luego de comprobar una fea traición- al muy infectado sujeto que se atrevió a fraguar informes aduaneros y a vengarse de sus enemigos ensuciando, con viles mentiras, las páginas de investigación del periódico. Y de inmediato ha cortado toda relación con un estudio de abogados que ya parecía accionista del viejo diario. O sea que ratas había hasta en “El Comercio”. Ciertos amigos incondicionales del consumado traidor lo están auxiliando –como siempre- diciendo que “El Comercio” quiere ahora deslegitimar los “petroaudios”. Eso es una vulgar mentira. Lo que “El Comercio” quiere es que, junto a las ratas nombradas por Alan García, se investigue a los pericotes dedicados al chuponeo telefónico y al tráfico de influencias abogadil. Eso es lo justo y eso es lo que hace temblar al protegido de Bernardo Roca Rey y al estudio de abogados expulsado de “El Comercio”. Es una lástima que gente honorable esté cayendo en la calumnia con tal de defender a quien fue capaz de entregarle a Canal 4 las cintas que el director de su periódico –el que le pagaba el jugoso sueldo- había recibido, estaba evaluando y tenía el propósito de publicar. “El Comercio” está en pleno proceso de fumigación.

P.P.S.: Una buena noticia: el remplazo de Ampuero como jefe de la Unidad de Investigación será Miguel Ramírez, viejo sabueso del periodismo. Ramírez fue uno de los puntales de la investigación de la fábrica de firmas del fujimorimo y el hombre que investigó durante más de una década al narcotraficante Fernando Zevallos (lo que le valió el premio IPYS/Transparencia, el más importante a nivel latinoamericano). Gran tipo y gran periodista.