Ambientalistas denunciados por terrorismo
Leyendo a Edmundo Cruz en La República me entero que una organización campesina de Piura, cercana a la minera Majaz, «ha denunciado a 35 líderes ambientalistas por terrorismo«:
Entre éstos, alcaldes, presidentes de comunidades y de frentes de defensa, de rondas campesinas, que suman 27 líderes. Más ocho profesionales: dos abogados, un ingeniero, una economista y un biólogo, del equipo técnico de las ONGs que apoyan el movimiento ambientalista.
Los delitos de los que se les acusa son: «contra la tranquilidad y la paz pública, disturbios, apología, asociación ilícita, contra los poderes del Estado y el Orden Constitucional, motín, conspiración, contra la humanidad, torturas, lesiones graves y leves, coacción, secuestro, violación de domicilio, contra el patrimonio, usurpación y daños».
En total 300 son los procesados, entre ellos los 35 por terrorismo. Se han abierto 25 juicios a los cuestionadores del proyecto.
La entidad denunciante se formó el 11 de diciembre de 2007, inmediatamente después del referéndum del 16 de setiembre último que ganó abrumadoramente la posición contraria al proyecto de la empresa Majaz dentro de la jurisdicción de las comunidades de Segunda y Cajas y Yanta.
Igualito que los detenidos en Tumbes: se mezclan papas con camotes y se denuncia a todo el saco por terrorismo. Por ejemplo, en la lista veo al impresentable de Miguel Palacín, el radical presidente de la ONG Conacami, un sujeto prejuicioso, manipulador, dañino. Pero también veo a Javier Jahncke y Julia Cuadros, un abogado y una economista con años de trayectoria ambientalista.
Esos son los que a primera vista reconozco, pero la mayoría de denunciados son dirigentes comuneros y rondas campesinas. Seguramente algunos serán como Palacín y otros serán líderes responsables, pero se me hace difícil de creer que todos conformen una célula terorista. Esto ya es preocupante. Si denuncian a cualquiera por terrorismo, ¿cómo sabremos cuando caiga un terrorista de verdad? Pedrito y el lobo.
Lean el informe completo, está lleno de pepitas, como que Majaz ahora se llama Río Blanco Cooper (las acciones cambiaron de manos) y que Osinergmin la ha multado por infracciones al reglamento de seguridad y la higiene minera.
