literatura , periodismo , politica , violencia Viernes, 4 abril 2008

Melissa

melissa2.jpgMea culpa. No toqué el tema antes por desconocimiento: sabía que Melissa Patiño era una poeta detenida junto al ex emerretista Roque Gonzáles La Rosa y otros miembros de la CCB, luego de acudir al famoso cónclave chavista en Quito. Lo que no sabía -mea culpa otra vez- es que Melissa no había viajado a Quito como miembro de ninguna organización política, sino ejerciendo la labor periodística en una radio. Hoy, a un mes de su injusta detención, César Hildebrandt lo explica mejor:

Melissa Patiño tiene 20 años, estudia Administración de Empresas en San Marcos, escribe poesía, es miembro del grupo cultural “Círculo del sur”, trabaja en la producción del programa radial “Todas las voces” (Radio Stereo Villa 101.7) y, representando justamente al director de ese programa, acudió al segundo encuentro de la Coordinadora Continental Bolivariana, que se realizó a puertas abiertas en Quito, Ecuador, con delegaciones juveniles del país anfitrión más Venezuela, Uruguay, Brasil, Perú, Argentina y Cuba.

De regreso al Perú, Melissa tomó un ómnibus puesto a disposición por los organizadores del evento. Al cruzar la frontera, en Aguas Verdes, fue detenida por la policía política peruana, esposada, fotografiada, grabada por las cámaras solícitas de la televisión y exhibida en la prensa como “una de las terroristas que estuvieron en una reunión en Quito, donde se tramó cómo sabotear las cumbres de jefes de Estado que está preparando el Perú”.

Melissa Patiño no pertenece al MRTA ni simpatiza con ese grupo que, en efecto, confundió la rebeldía de los pueblos con el asesinato sectario. Tampoco, desde luego, tiene que ver con Sendero, la sucursal del difunto Khmer Rouge en el Perú. Es más, Melissa no tiene ejercicio partidario alguno y si en alguna juventud milita es en la suya, que apuesta por la cultura como agenciadora de mejores tiempos y en los recitales como pretexto para conocer a gente de palabra.

Hace semanas, unos intelectuales hicieron un plantón, que está en YouTube y Hildebrandt también comenta:

Un puñado de escritores e intelectuales que no salen en los periódicos, que no quieren salir en los periódicos, hicieron un plantón pidiendo la libertad de Melissa Patiño. La policía que el Apra quiere ensuciar hasta donde sea posible, cargó contra los manifestantes y los aporreó. ¿Para esto nos liberamos de Fujimori, mientras Agustín Mantilla –esa mugre dizque de aprismo irrenunciable– recibía dinero de Montesinos en la salita del SIN?

Sorprende, además, el silencio de la “cultura oficial”. ¿Dónde están los que hubiesen puesto el grito en el cielo (legítimamente) si algo como lo de Melissa Patiño hubiese sucedido en la Venezuela de Chávez o en la Cuba de Castro? ¿Debajo de qué camas tiemblan o sobre qué camas se distraen los que deberían decir algo en relación a este periodo de intolerancia que el Apra, con la ­anuencia de la prensa fenicia, está imponiendo?

Curioso: los representantes de «la cultura oficial» han dicho que «Melissa no es inocente porque es poeta» o algo así de obtuso. Hombre, Melissa es inocente porque no tiene ninguna vinculación con los otros detenidos. Estaba junto a ellos porque con alguien tenía que regresar al Perú. El vídeo del plantón es éste:

Vamos, la chica estaba allí enviada por un programa de radio. Y, de hecho, ocupaba el lugar de alguien más. Su detención es un claro error de la policía. ¿O está detenida por cubrir un evento subversivo?

Más: la cholósfera en pleno movilizada por Melissa.