blogs , sociedad Miércoles, 12 marzo 2008

Choleando la choleada: Tanaka vs Bruce

choleada.jpgA ver. Todo empezó el año pasado, con un artículo de Tanaka sobre el Operativo Empleada Audaz (que a su vez, le respondía a Nelson Manrique). Sostiene Tanaka:

Yo creo que en el Perú, por el contrario, el cambio de mentalidades ha sido gigantesco, de proporciones épicas. El cambio económico y social del que habla Manrique empezó con el cambio de mentalidades. Desde mediados del siglo pasado, los peruanos empezaron a rebelarse en contra de las concepciones racistas y de las prácticas discriminadoras. Ya que no tenían el poder suficiente para cuestionarlas de manera directa, lo hicieron indirectamente, a través de la migración, fenómeno masivo que hizo que nuestro país pasara de ser un país rural a uno urbano en 40 años. El Perú se nacionalizó «cholificándose», como señaló el sociólogo Aníbal Quijano, en la década de los años sesenta. Si bien podemos encontrar rezagos de racismo hasta hoy, creo que nos escandalizan precisamente por tratarse de arcaísmos intolerables.

Gracias al blogger Paolo de Lima podemos leer lo que le respondió Jorge «Coqui» Bruce (dicen que picado, no lo creo, por un post anterior de Tanaka) en su libro Nos habíamos choleado tanto (pag 38 – 41):

«Se advierte [en la polémica planteada por Tanaka] el eco de la clásica teoría althusseriana de la infraestructura y la superestructura» (38)

«Lo que definitivamente me parece cuestionable es lo que Tanaka denomina ‘rezagos’ de racismo. Más bien abundan las evidencias de una ideología que infecta a diario una red gigantesca -para emplear su adjetivo- de relaciones sociales. El problema surge, a mi parecer, a partir de la contradicción entre el discurso oficial y el legal, por un lado, y las prácticas de la vida diaria de los peruanos, por el otro» (39)

«A mi modo de ver, Tanaka confunde el desmoronamiento del paradigma con el cambio sustantivo de las subjetividades o mentalidades. La condena del racismo con su efectiva erradicación» (40).

Y ayer Tanaka respondió señalando «dos objeciones»:

La primera concierne, en general, a toda la literatura del psicoanálisis que incursiona en el análisis social: ella tiende a mirar la realidad desde la patología, desde la experiencia clínica. ¿Es esta la mejor entrada? Cuando menos, implica algunos sesgos, que me parece llevan a enfatizar en demasía la continuidad de las prácticas racistas, y dificultan valorar suficientemente los profundos cambios democratizadores ocurridos en las últimas décadas en el país.

La segunda objeción se refiere a otro sesgo, que ayuda a entender el primero. La sociología del conocimiento nos dice que todo saber está socialmente situado: es decir, miramos el mundo desde un punto, y este, necesariamente, implica algún sesgo. Creo que Bruce mira el mundo fundamentalmente desde ciertos espacios de clases altas, «blancas», desde la cúspide de la pirámide de la discriminación.

Pero más allá del debate, me quedo con la conclusión de Tanaka sobre cómo abordar y enfrentar el racismo, o más bien: la discriminación, la desigualdad de oportunidades:

¿Y qué es lo que ha ocurrido? Que una minoría puede querer seguir discriminando, pero la gran mayoría no acepta más una posición subordinada, y en la práctica la cuestiona, la irrespeta, la niega, en la medida de sus posibilidades. De lo que se trata es de darle más herramientas a la gente para poder defenderse de aquellos que no aceptan que el país es otro.

P.S. Luis Aguirre comenta el mismo tema en simultáneo y agrega:

…ambas miradas sobre el racismo peruano se diferencian por considerar el vaso o medio lleno (Tanaka) o completamente vacío (Bruce). Pero ambas no se contradicen. Digamos que observan fenómenos distintos: Tanaka dirige la mirada hacia las clases medias y bajas. Bruce no puede escapar de la cúspide de la pirámide. Ahora, si ambos tienen razón y es posible encontrar en un mismo espacio -el Perú- distintas reacciones sobre el racismo -un racismo feroz conviviendo con un racismo diluido conviviendo con otro llanamente inexistente- entonces no sería tan cierto aquello de que apenas nacido todo peruano está «mapeado» racialmente, un mapeo que de algún modo lo determina socialmente.

En corto: si los dos tienen razón, Bruce no tiene razón.