politica , sociedad Jueves, 14 febrero 2008

La regionalización en cuestión

20080214_porta1.jpgA raíz de las alucinadas protestas en Cusco y los más razonables cuestionamientos de los presidentes regionales contra el filtro del tercio superior, la relación Gobierno Central – regiones vuelve a ponerse sobre el tapete. Hoy, el Comentario Diario del IPE (en pdf, jesús, ¿cuándo nos alivian con un par de feeds?) cuestiona absolutamente todo el proceso:

Todo esto [la ola de protestas] es evidencia de que el actual sistema se está volviendo inmanejable políticamente, a pesar de que la economía en algunas regiones es cada vez más dinámica (CD 26/10/2007). (…)

Tener que lidiar con las exigencias puntuales de los 24 presidentes regionales no es eficiente, sobre todo si cada uno de ellos va a fomentar levantamientos sociales por leyes específicas. Poco a poco se está evidenciando que la improvisada forma como el gobierno anterior generó las regiones, sobre la base de los departamentos, no fue la decisión más oportuna. En el presente tenemos que crear incentivos más fuertes a la fusión de regiones, con el objetivo de formar seis únicas macrorregiones, como alguna vez lo soñamos. Uno de estos incentivos podría ser que las macrorregiones que pasen una valla, como por ejemplo que agrupe el 10% del PBI nacional, obtenga autonomía fiscal para crear o eliminar impuestos, exceptuando el IGV y el impuesto a la renta.

Algunas cosas:

1. De acuerdo con que Toledo condujo la regionalización con los pies. Se realizó improvisadamente y casi todos los gobiernos regionales se convirtieron en nidos de corrupción e ineficiencia (por cierto, ejem, la mayoría de la primera generación de presidentes regionales era aprista).

2. Si no son los presidentes regionales, ya saldrá algún Comité o Frente de Lucha o Plataforma similar a encabezar tanto las protestas justas como las irracionales. Por ahí no va la cosa. Reprimiendo los síntomas no se resuelve la exclusión.

3. Los incentivos para la fusión de regiones suena bastante bien, especialmente lo de la autonomía fiscal. Macrorregiones, urgente. Por cierto, también deberían fusionarse los distritos en Lima, pero esa es otra discusión.

4. Pese a todo, los presidentes regionales, a estas alturas, son lo que más se asemeja a una oposición (y de verdad que a veces se necesita una oposición para señalar lo tontas que resultan medidas como la del tercio superior). Sin embargo, es verdad que 24 (25, si contamos a Kouri) son demasiados como para que cualquier gobierno lidie con todos ellos en temas específicos.

5. Nada, ustedes ponen el punto 5.