narcotrafico , periodismo , violencia Lunes, 3 diciembre 2007

Aldo Mariátegui asaltado

Me había prometido a mí mismo no usar más esta imagen, pero bien que viene a cuento (aunque el del ojo morado fue más bien Chacho). Aldo Mariátegui -fuerte candidato a blogger del año- fue asaltado durante CADE. Como sé que les gusta la cochinadita, copio el reporte con más detalles de este incidente (increíblemente es de La Razón):

El comentario del día en CADE poco tuvo que ver con las exposiciones de la jornada de clausura sino con los asaltos de los que fueron víctimas el director de Correo, Aldo Mariátegui, el periodista de RPP «Chacho» Hidalgo y al menos seis empresarios asistentes a la Conferencia Anual de Ejecutivos.

Los periodistas fueron interceptados la madrugada del sábado por dos delincuentes cuando viajaban en un Tico, cuyo chofer actuó en complicidad con los facinerosos. Paradójicamente, Hidalgo llevó la peor parte pese a que no ofreció resistencia, mientras que Mariátegui, quien forcejeó, resultó ileso.

Hidalgo fue golpeado con una piedra porque demoró en quitarse su casaca, que los ladrones insistían en llevarse. Mariátegui, por su parte, cayó del auto arrastrando consigo a uno de los malhechores, a quien reclamaba la devolución de los documentos que llevaba en su billetera.

Pese a su temeraria reacción, Mariátegui no fue lastimado por el asaltante, quien finalmente le devolvió la billetera y los documentos, aunque obviamente se quedó con el dinero. Hidalgo fue internado en una clínica local para recuperarse de la agresión, en tanto que Mariátegui apareció en CADE alrededor del mediodía y admitió que tuvo mucha suerte en no resultar lastimado.

No trascendieron detalles de los empresarios asaltados, aunque se supo que dos de ellos fueron víctimas de la modalidad de «cogoteo» en Huanchaco. Trujillo, según nos dijeron periodistas locales, se ha convertido en una especie de Chicago de los años 20, con bandas que han «lotizado» la ciudad.

Cada banda coloca pegatinas en «sus» distritos para que los grupos rivales no «invadan«. La banda más peligrosa, «Los Ochenta», opera en el distrito Florencia de Mora y sus cabecillas, «Loco Maicol» y «Gordo Julio» son responsables de la matanza de ocho personas en La Esperanza.

También operan en la ciudad «Los Primos», «Los Pulpos», «Los Chancheros», «Los Magníficos», y dos grupos que llevan el nombre de sus cabecillas: «Chato Mateo» y «Zurdo Villena». Para mayor escándalo, varios de estos gángsters criollos están encarcelados y manejan sus «negocios» desde prisión.

Asaltos como los sufridos por los colegas Mariátegui e Hidalgo son en realidad una actividad «marginal» de estas bandas. Su principal fuente de ingresos es el cobro de cupos a empresarios y comerciantes a los que ofrecen «protección» para cuidarlos de las bandas rivales.

Perfecto ejemplo de los problemas que abordó la CADE este año (el lema fue «todo lo que nos falta para ser un país justo y próspero»). Avanzamos hacia la prosperidad y eso está muy bien, pero ¿estamos preparados para todo lo que trae ese progreso? El mismo Mariátegui lo comentó ayer:

Es algo hasta predictible, como sucedió en las pujantes Chicago y Nueva York en su momento. Trujillo está experimentando un proceso de “Chimbotización” acelerado en ese aspecto y si no cortamos esto se va a volver la Medellín peruana,(…)

Según me cuenta la Policía, aquí se ha concentrado todo el hampa de Chiclayo, Chimbote y hasta Huacho porque el dinero del progreso los atrae, además que la droga (cocaína y el creciente opio) también pone su granazo de arena en este engordamiento.

Trujillo está rumbo a ser la segunda ciudad del país -si no lo es ya-, pero aquí tenemos la historia de siempre: no hay un Estado eficaz. Ante su ausencia, el narcotráfico empieza a apoderarse de la ciudad y eso solo trae corrupción y lumpen. Muy bien el laissez faire para que progresemos; todos los empresarios aplauden pero, como se vio en CADE, incluso ellos ya saben que ahora toca que el gobierno llegue a donde tiene que llegar y haga lo que tiene que hacer. Y que lo haga ya, en vez de sentarse a escribir y escribir columnas de opinión.

Blog: Un reporte extenso de CADE desde Trujillo por Johnson Centeno