blogs , cibercultura , sociedad Martes, 13 noviembre 2007

El primer blogger peruano demandado

«El morsa creo tuvo las mejores intervenciones de la noche, no sé porqué pero el misil de ‘pronto un blogger será enjuiciado’ me sonó a esta cortina de una novela mexicana, que salía una nube con rayos y decía ‘alguien va a morir’.»
(Javier Albarracín, reseñando el 10blog)

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DASH en aprietos (foto Ruedas & Tuercas)

Pues, Roberto, Javier, cholósfera en pleno, una noticia para ustedes: un blogger peruano ya fue denunciado (insertar efecto de trueno aquí). Ocurrió en febrero de este año y el demandante es -como era de esperarse- alguien cercano a círculos autoritarios, un amigo de Crousillat y Beto Kouri, un pata a quien Montesinos llamaba «el hombre estrella«: Ricardo Flores (a) «Riflo».

Copio lo que el blogger en cuestión, Daniel San Román, narró en su blog:

Al promediar las diez de la mañana hoy martes, tuve una extensa conversación telefónica con un Comandante -cuyo nombre mantendré en reserva porque se portó de manera gentil y muy didáctica- de la división de Delitos Informáticos de la Policía Nacional del Perú referente a la denuncia interpuesta por el señor Ricardo Flores Chipoco. ¿Ah? Si señores. Riflo -Presidente del Automóvil Club Peruano, Vicepresidente de la Federación Peruana de Automovilísmo Deportivo y ganador categórico de nuestra encuesta de candidatos de Caminos del Inca- me ha denunciado aduciendo que muchos de los comentarios de varios anónimos lo ofenden –lo cual es bastante subjetivo puesto que lo que ofende a uno no obligadamente ofende a otro-. Ojo, según entendí, la denuncia no es sobre mis artículos, sino a mi función de moderador.

Como ven, el debate de siempre: qué hacer con los comentaristas. En ese momento me interesé por el tema e intercambié un par de mails con Daniel. El 8 de marzo me envió uno que decía:

Marco:
El lunes se arregló el problema. Antes de irme al absurdo poder judicial, donde todo es posible, decidí sentarme con el invididuo en cuestión para saber qué demonios quería. Al final su intención era averiguar los IP de los anónimos. Afirmó que la denuncia no era contra mí sino contra los anónimos y que mala suerte que me caía el guante. Tras hablar con abogados, conversas absurdas a la N, llegamos a la conclusión que este tipo no podía tener un caso. Aún así decidimos que lo mejor era arreglar esto antes que el tipo siga insistiendo con denuncias que me terminen llevando mensualmente a firmar al poder judicial. Lo bueno es que he aprendido un montón del tema (…).

Como parte de la negociación, Daniel tuvo que restringir los comentarios en su blog sólo a los usuarios registrados de Blogger/Google. El asunto quedó allí para no provocar las iras de Riflo.

Han pasado algunos meses y, ahora, Daniel es editor del blog de Ruedas & Tuercas en El Comercio (muy bien escrito, altamente recomendable) y Riflo ha dejado sus posiciones de poder. Ahora ya podemos contar este final agridulce. Ahora sólo nos queda sentamos a especular quién será la próxima víctima.