narcotrafico , violencia Viernes, 2 noviembre 2007

Ocobamba

foto LA REPUBLICAEl señor de la foto era el teniente PNP Héctor Zegarra Bernaola. Ayer murió cuando unos 70 hombres armados atacaron la comisaría de Ocobamba.

Ocobamba queda a la salida del VRAE. Es una ruta alterna para sacar la droga del valle, menos vigilada que la carretera a Huamanga.

Hasta el momento no se tiene la certeza de que esta acción sea responsabilidad no sólo del narcotráfico, sino también de Sendero Luminoso. Gustavo Gorriti cree que sí y parece lo más probable.

Gustavo ve «un evidente descuido» en la política antisubversiva, un descuido que se ha traducido en la muerte del teniente Zegarra. Los hermanos del policía han dicho que hace semanas pidió refuerzos a Lima pero no lo escucharon:

Unos días antes del ataque a la comisaría de Ocobamba, el teniente PNP Héctor Zegarra Bernaola alertó a su comando de la situación de peligro que encaraba el personal asignado a esa unidad ante el avance de grupos narcoterroristas, y demandó refuerzos con urgencia para afrontar la situación. Sin embargo, no recibió el apoyo esperado, denunciaron sus familiares en Lima. La última vez que estableció contacto con sus superiores fue tres días antes del ataque, reveló a La República Maritza Zegarra, una de las hermanas del extinto oficial. (…)

«(Mi hermano) solicitó refuerzos a la jefatura policial de Abancay, donde advirtió que estaba en una zona cocalera, pero no le hicieron caso», manifestó, acongojada, desde la vivienda que ocupa con su madre Eusebia, en San Martín de Porres.

El ministro Alva Castro ha dicho hoy, luego del funeral de Zegarra, que sí envió refuerzos y que los atacantes no eran 70 ni 80:

“Fueron no más de 30, pero el ataque fue con granadas de largo alcance”, indicó.

Hombre, así sean 10, si esos 10 están suficientemente confiados como para atacar una comisaría con granadas de largo alcance, es evidente que los refuerzos no han sido suficientes. Si es que los hubo.

Blog: Ojo con la violencia (desde el tercer piso)

ACTUALIZACIÓN (04/11): Edmundo Cruz, en La República, encuentra indicios de que el autor del atentado sería un nuevo grupo armado llamado «Frente Apurímac«, exclusivamente al servicio del narcotráfico.