periodismo Viernes, 12 octubre 2007

Ultimate Deathmatch: Hildebrandt/Mariátegui

morsa.jpgComo sé que les encanta la vaina, aquí tienen una guía rápida del que promete ser el más sanguinario de los enfrentamientos que ha tenido la prensa peruana en este año particularmente infraterno.

La cosa empezó suave y elegantemente, en una chiquita de Correo del miércoles:

¡Martha, cuádralos! 
Su hermana le jalaría las orejas a César Hildebrandt por usar “finlandés” en lugar de “finés” ayer en su columna. A pesar de que la Real Academia lo tolera, es como poner “dinamarqués” por “danés”. Los especialistas Julio Casares y María Moliner lo resondrarían. No vaya a acabar como su falso tocayo Edmundo Lévano y su inmortal “vendabal” del otro día.

Tocado en su orgullo intelectual, Hildebrandt respondió con una extensa y feroz columna titulada El idiota de la familia. Un pequeño fragmento:

Lo más divertido de Aldito Mariátegui es que es más ignorante que Alan García y, sin embargo, es uno de sus más puntuales consejeros.

Lo que pasa es que es un ignorante brioso y locuaz, verborreico y casi flamante en su sanchecerrismo recargado. García lo debe escuchar tan embobado como cuando escucha el sentido común de otros negociantes que le están haciendo creer que no hay opciones y que la derecha de los Agois es sinónimo de globalización.

Es tan ignorante el pobre Aldito que cree que no debe escribirse “finlandés” como gentilicio sino más bien “finés”. Y dice que la Real Academia acepta con las justas el término finlandés y cita a Casares y a Moliner para que crean que él lee a Casares y a Moliner, cuando lo que lee –y de allí viene el fast food cerebral que vierte en Correo– es la rica Wiki, o sea la Wikipedia, el atajo perfecto para fingir que sabes de algo.

Hoy, el popular Alditus ha respondido con uno de sus ya clásicos editoriales/posts/golpes bajos titulado «El bastardo de la familia (I)«:

César Hildebrandt ha vomitado uno de sus derrames de odio contra esta Casa Editora por el tema finés, aunque él es más cercano al detenido “Polaco” de Fernando Zevallos… Como aquí no nos quedamos quietos como otros colegas en responder –salvo que se trate de gastar pólvora en gallinazos, pero este rabioso mix de enano mono tití con mandril cabezón se lo merece–, a continuación ponemos a disposición del lector una reveladora respuesta que Enrique Zileri, director de Caretas y patriarca del periodismo, le dio a este pomposo supositorio de Tico (Mar de Fondo, Caretas 1171, pág. 88-89, 5 de agosto de 1991) y que revela –sobre todo a la juventud, que no tiene por qué conocer el torvo pasado de este falso ídolo– lo comprometido que estuvo este ahora supuesto “paladín de la libertad de prensa” con la dictadura del general Juan Velasco, a la que le lamió servilmente las botas como periodista vendido a los militares, aparte de mostrar su espíritu mercantilista para todo. Y ya viene más. Mucho más. Esto va a estar muy entretenido.

Y luego copia/pega una vieja carta de Caretas correspondiente a uno de los tantos duelos entre Hildebrandt y Zileri (arqueología periodística imprescindible para todos los fanáticos de los Media Wars).

La cosa tiene para largo, así que vayan haciendo sus apuestas, señores. Por mi parte, yo me voy quedando con eso de «la rica Wiki». Genial.

photoshop: el morsa