corrupción , periodismo , politica Jueves, 14 junio 2007

Que se vayan todos

rioscastillo.JPGBueno, que se vayan todos los integrantes del Tribunal Constitucional nombrados por el Congreso ayer. Ya cayó Javier Ríos Castillo (un miembro más del Club de las 48 Horas Apristas, junto con otros renunciados ipso facto, como Arana y Pandolfi), pero los otros tres candidatos restantes fueron elegidos en un proceso turbio como pocos.

Juan Paredes Castro, editor de El Comercio, ha sido claro al exponer por qué está viciada la elección de estos señores al más alto cargo jurídico del país. Los énfasis son míos:

En primer lugar, los parlamentarios fueron convocados a una votación precipitada y sin debate con cuatro candidatos finalistas a la vista, la mayoría de ellos de menor mérito y trayectoria para el cargo que varios de los juristas rezagados. (…)

En segundo lugar, a esta votación se llegó a salto de mata mediante un proceso de evaluación escasamente transparente y en medio de rígidas restricciones a la divulgación de las hojas de vida de los candidatos. Tanto así, que resulta hasta hoy inexplicable cómo varios juristas de notable carrera hayan quedado fuera de juego. Los candidatos finalistas fueron preelegidos en un paquete de cuatro por las bancadas que habían pactado asegurar los ochenta votos exigidos por ley. La trampa estaba allí y debía consumarse.

En tercer lugar, esta extraña votación en paquete, que expresa la voluntad de cerrar una votación sí o sí, se diferencia sustancialmente de lo que han sido las votaciones anteriores para miembros del TC. Si entonces se votaba por cada candidato, dando lugar a las referencias propias a su perfil de carrera, esta vez solo importó una cosa: que ninguna de las bancadas comprometidas en el contubernio perdiera el padrinazgo por su ahijado respectivo.

Si los señores Gerardo Eto Cruz, Luis Alarcón y -tremenda joyita- Vladimir Paz de la Barra tienen un mínimo de criterio político, deberían estar presentando sus renuncias en las próximas horas.

Francamente, con postulantes tan correctos y a la altura del cargo como Rocío Villanueva, Víctor Cubas Villanueva, Greta Minaya, Ernesto Blume o Elías Mendoza, es incomprensible cómo nuestros otorongos se las arreglaron para embarrarlo todo una vez más.

MÁS SOBRE EL CASO:
– Imperdible columna de Mirko Lauer: «Cada vez más estamos pasando del video delator a los escándalos en tiempo real».
– La periodista Paola Ugaz desmiente a Ríos Castillo: no fue una reunión casual.
Separan a los militares en actividad ampayados en aquelarre.
Comenta Fernando Vivas.
Alan dice que no pasa nada.
EN LOS BLOGS:
– Juan Sheput: ¿Por qué asistimos a la destrucción de la democracia de manera tan pasiva?
Paola Ugaz y el testimonio en primera persona de la periodista que reveló el aquelarre.
José Alejandro Godoy hizo seguimiento a todo el proceso desde el inicio.
+ Y más en la cholósfera

POSTDATA (15/06, 08:00 a.m.) Perú.21 confirma que Mercedes Cabanillas propuso a Ríos Castillo:

¿Por qué Ríos? Porque estaba, de alguna manera, vinculado a Cabanillas. En algunas oportunidades le habría brindado asesoría en temas jurídicos. La parlamentaria, trascendió, les dijo a los apristas que Ríos era «una persona de mi confianza». Los fujimoristas lo aceptaron porque Ríos había trabajado como asesor de María Luisa Cuculiza cuando fue alcaldesa de San Borja. (…)

Ahora se entiende, según anota un blog, las premuras de David Barturén, asesor de Cabanillas, de hacer lobby por Ríos con algunos periodistas.

¿Por eso es que Meche apresuró tan violentamente la votación del martes?

Link: La crónica tras bastidores de La República también involucra a Meche