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Meche Aráoz fans club

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Encontré esta carta de amor en el blog de Luis Iparraguirre:

¿Puedo llamarte Meche? ¿Puedo llamarte mía? ¡Hey! Sé que no lo eres. Pero hoy lo serás en mis sueños, como la primera vez que te vi en tu despacho, tan lacia, tan linda, tan maquillada, lista para la foto, lista para mí. Fui para hacerte unos retratos por el Día de la Madre, tú sabes, las huachafadas que tenemos que sacar para esos días festivos. Anda, me dijeron, y renegué. Ok, lo acepto, me llegó ir a esa comisión y es que, en ese momento, hubiera preferido ir al Congreso a ver a Luciana León. Bueno, ¿me odias? ¿Todavía? Espero que no. La verdad Meche, es que nunca te vi en persona, nunca me había percatado de lo preciosa que es tu sola existencia. Y te saludé, y me saludaste y allí empezó mi onanismo treintero. (…)

Esa es mi única ilusión, ese es mi único desafío. ¿Puedes cumplir mi sueño? ¿Puedes venir conmigo a comer un cevichito en el mercado de mi barrio? ¿Puedes tomar una combi conmigo para ir al trabajo? ¿Puedo darte un beso frente al presidente? Si es así, pues dichoso seré y si no, pues sucumbiré entre mis masturbaciones por toda la vida. Y deja de sonreírme por favor, deja de tomarte fotos con todo aquel que te lo pida, modérate, date tu lugar, deja de ser tan linda, tan inteligente, deja de ser tan libre, tan deseable y aléjate de mi vida y aléjate de todos. Y ojalá que la lluvia deje de ser milagro cuando cae por tu cuerpo, ojalá que el deseo se vaya tras de ti, ojalá que muera Silvio Rodríguez y ojalá que se muera mi amor por ti.

Lo sabía. No podía ser el único. Y sé que todos ustedes también están allí. Vamos, atrévanse. Salgan del clóset.

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