blogs , corrupción , literatura , periodismo Viernes, 4 mayo 2007

Tres rebotes: El Comercio y Correo

galileo.jpgEs la hora del rico autobombo. Fernando Vivas comenta en su columna de El Comercio el ampay al Niño de Abraham Levy:

A Niño revuelto

Gracias a los blogs del Morsa y Desde el Tercer Piso y a «La ventana indiscreta», cuyo reportero Marco Sifuentes siguió sus pistas con buen olfato, ahora sabemos que Abraham Levy, improvisado meteorólogo del fujimontesinismo, se la pasó durante la primavera del 2006 y los inicios del verano del 2007 difundiendo alarmantes pronósticos sobre un tremendo Niño que nos iba a devastar con sus llantos.

Pues estamos en otoño y podemos decir, sin saber de clima un comino, que El Niño no lloriqueó y podemos sospechar, aunque en esto de pronosticar desastres todo es relativo, que Levy, por decirlo de alguna manera, jugó a la bolsa con tan grave asunto.

Mientras tanto, el responsable político de todo este embrollo, Garrido Lecca, sigue como si nada y su operador mediático, Abraham Levy, se alucina Galileo en su columna de Correo de hoy, exclamando «Eppur si Niño»:

Astrónomo de astrónomos que nunca se graduó de nada. Bill Gates tampoco se graduó de nada. Mi viejo tampoco.

O sea, hijito, no estudies nada porque Bill Gates la hizo sin sacar su cartón. Genial, Levy. Ahora, ¿qué tal si respondes aunque sea una sola de las acusaciones?

(Lo sorprendentente es que un sujeto que causó una tremenda patinada a Correo siga alojado en ese diario. Por mucho menos echaron a su ex columnista Miguel Santillana.)

Pero aquí no hay nada contra el diario emblema de Epensa, que pone sazón a la política y cuenta con una sección cultural que se comió los pleitos de Bryce y Cueto. De hecho, ayer su columnista Pedro Salinas comentó la complotitis del entrañable plagiador:

Quien con plagios se acuesta, con ampayes se levanta. Para decirlo así, como una ley de la vida. Parecida a las de Murphy. Pero Alfredo Bryce no cree en ella, está claro. Al revés, esgrime razones para justificarse, pero en ninguna tiene la razón. Se echa las manos a la cabeza, hunde el cuello como sarcófago chachapoyano, y en esta época hegemónica de google, uterodemaritapuntocom, y blogs, sale con disparates alucinados como si hubiese estado mezclando medicamentos.

Je. Fin de la hora del autobombito. Ahora continuamos con nuestra programación no ombligal.

Blog: JAG le responde a Levy
Blog: El Morsa te desasna sobre Galileo