El fin de la primera etapa

Justo cuando empieza (otra vez) a discutirse la reforma del Estado y la reducción del aparato público, sale Mauricio Mulder y nos ladra vía Perú.21:

Yo reclamo por que por lo menos haya más apristas. No puede haber más porque la mayoría de los cargos han sido ocupados, yo diría que con banderitas y con esteras, por personas de la administración anterior que no quieren salir.

O sea que, ya pues, si no quieren botar gente «que por lo menos haya más apristas». Y, claro, al toque nomás nombran al compañero Martín Sifuentes Palacios (not related) como director del Fonafe.

¿Y qué es el Fonafe? Pues la administradora de 33 empresas del Estado; las más jugosas: Banmat, Corpac, Enaco, Editora Perú, Perupetro, Sedapal, etc. Una de sus funciones es:

h) Autorizar la contratación, ascensos y despidos de los empleados de FONAFE

¿Y qué es lo más peligroso del compañero Sifuentes Palacios? Su vinculación con Agustín Mantilla, con quien compartió una refrescante velada trujillana de junio como se vio en este ampay de La Ventana Indiscreta.

¿Y por qué es peligroso que el presidente del Fonafe sea un contertulio de Mantilla? Porque don Agustín ya empezó su anunciada gira por las bases apristas del interior del país, que lo adoran (después de todo, es el mártir que se sacrificó por el Partido). Y, claro, todas esas bases tienen sólo un pedido, cuya satisfacción ya ha prometido Mantilla: chamba.

No sé ustedes, pero a mí me suena a que la estrategia revelada por Mantilla a sus compañeros de Pueblo Libre ha empezado a cumplirse.

Archivo del Útero: Primera etapa: La búsqueda de la confianza (04/09/06)
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