Me quedé pensando…
¿Qué siente un tipo como Allan Wagner cuando su jefe lo cuadra no en privado, sino en público, a través de la prensa? ¿Qué lo lleva a inclinar la cerviz nomás y decir que todo fue «una discrepancia mediática de titulares«?
Que el doctor Lecter me responda. Por cierto, también atiende las preguntas de ustedes. Satisfacción garantizada. O se los come.