sociedad Viernes, 26 enero 2007

Esta noche no te la pegarás en Barranco

20061228_act04.jpgVía Perú.21:

Desde la noche de este viernes, el Plan Zanahoria también se aplicará en uno de los distritos más bohemios de la capital. El municipio barranquino dispuso que en su jurisdicción solo se venderán bebidas alcohólicas hasta las 11 de la noche y se podrá festejar en discotecas, peñas, restaurantes turísticos y locales afines hasta las 3 de la mañana.

El Plan ya se aplica, aún más radicalmente (todo cierra a las 11) en La Victoria.

¿Funcionará? Ojalá. Cuando Antanas Mockus implantó la Hora Zanahoria en Bogotá lo hizo basado en estudios estadísticos que indicaban que la mayoría de accidentes de tránsito ocurría en las madrugadas de los fines de semana.

Se me hace difícil de creer que los flamantes alcaldes de Barranco y La Victoria dispongan de estudios que arrojen resultados similares. Ellos dicen estar seguros de que así «se reducirán la violencia y el pandillaje«. De nuevo: ojalá.

Espero también que ambos emprendan campañas pedagógicas explicando -con cifras concretas- las causas del Plan Zanahoria. Si Mockus nos ha enseñado algo es que las medidas de gobierno local deben ser explicadas a los ciudadanos. Deben tener un motivo. Y, sobre todo, los ciudadanos deben entender ese motivo.

Si no, habrán copiado mal a Mockus: las conductas que ocasionan el problema persistirán y le habrás quitado diversión a la gente por las puras.

El siguiente reportaje salió en setiembre, pero creo que viene a cuento. La Hora Zanahoria se menciona en el minuto 6:

Algo más, muy importante: Si las medidas no se aplican en toda la ciudad, tampoco tienen sentido. Mockus no era alcalde de un distrito, sino de toda Bogotá

Ejemplo personal: En Miraflores se puede comprar trago después de las 11 de la noche. Si tienes sed después de esa hora, la solución es sencilla: vas a Tijuana, un grifo ubicado en la frontera con Surco, compras tu chela y te regresas a las calles miraflorinas. La prohibición ha perdido su razón de ser. Todos se ríen de ella.

El quid es éste: el Plan Zanahoria se aplica en todo Lima o no se aplica. Un general de la policía ya lo ha entendido así. Pero Castañeda no dice esta boca es mía.

Vamos, el ejemplo de Mockus no es tan difícil de seguir. Sólo es cuestión que nuestros alcaldes -juntitos- se pongan de acuerdo, dejen de soñar con piletas y empiecen a pensar en sus vecinos.

Archivo del Útero: Alcalde y superhéroe (03/09/06)

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