Satisfaciendo mi megalomanía

He creado un país. Se llama Costa Libre y todos ustedes están invitados a visitarlo. Aprovechen que empieza el verano y nuestra gente es muy hospitalaria.

¿Y cómo así? Pues me fui a NationStates.net, me hicieron unas cuántas preguntas sobre mis tendencias político-sociales, elegí algunos símbolos y listo.

Automáticamente se creó un país a la medida de mis convicciones, una nación del Pacífico Sur catalogada como «Civil Rights Lovefest», lo que suena bastante bien. Por el momento, es un ejemplo de libertades políticas y la economía está sólida. Pero todo tiene sus pros y sus contras:

The Democratic Republic of Costa Libre is a tiny, socially progressive nation, renowned for its absence of drug laws. Its hard-nosed, hard-working, intelligent population of 5 million hold their civil and political rights very dear, although the wealthy and those in business tend to be viewed with suspicion.

The medium-sized, corrupt, liberal government juggles the competing demands of Social Welfare, Education, and Healthcare. The average income tax rate is 13%. A substantial private sector is dominated by the Book Publishing industry.

Crime is a problem, and the police force struggles against a lack of funding and a high mortality rate.

El debate actual, lamentablemente, no es la seguridad ciudadana, sino la obligatoriedad del voto, puesto en agenda por los medios. En el Congreso se debaten las típicas posiciones a favor y en contra, pero, además, tengo un hermano que está tratando de convencerme de cuán inútil y poco práctico es todo eso de «las elecciones».

Tengo la opción de patear el tema para adelante y no ocuparme de él por ahora. Pero quiero ver qué pasa, así que mi gobierno ha decidido a favor del voto libre. Espero no ganarme un problema en la familia.