Massa que más ataca
Estoy en el nuevo debate municipal. Qué vaina. Qué aburrido. Qué caprichoso puede ser Castañeda. O sea que porque no le dio la gana de asistir al primero, organiza otro más cuando cae 20 puntos en las encuestas. Y para colmo quiere llenar la ciudad de piletas huachafas que costarán 40 millones de dólares. No mames.
Por eso me cae bien este señor de la foto. No, el hermano de Chacalón, no. El otro, el del tic nervioso. Se llama Alberto Massa, no tiene propuestas, casi no hace campaña y hasta es conciente de que no va a ganar.
Pero cada vez que lo entrevistan se solaza insultando a Castañeda de la manera más divertidamente irresponsable: desde «cobarde» hasta «genocida«.
Massa es un señor extravagante, algo trastornado y definitivamente perturbado, pero honesto. O al menos, ésa es la impresión que me dio. Y algo es algo.
Hoy, inició su presentación en el debate citando a Sofocleto: «Castañeda podría ser un buen alcalde, si le enyesáramos las manos». Ja. Parafrasear al gran Don Sofo es signo exterior de cultura. Casi casi podría tentarme a votar por él.
Lástima que esté chiflado.
