Los búfalos hicieron mi 28
Ayer, durante el cambio de mando, sucedió un incidente que ha sido comentado sólo superficialmente en los medios.
Después de juramentado, Alan García se dirigió a pie hacia Palacio de Gobierno para tomar posesión de la sede presidencial. En el trayecto no sólo fue escoltado por miembros de las Fuerzas Armadas, sino también por casi un centenar de sus compañeros de la Secretaría de Disciplina -históricamente conocidos como «búfalos»-.
Al llegar a Palacio, los búfalos chocaron con los miembros de Seguridad del Estado quienes, cumpliendo su deber, trataron de impedir que personas extrañas al Ejecutivo ingresaran al Patio de Honor. Fue en vano. Los custodios de Palacio fueron vencidos por la presión de búfalos, periodistas, simpatizantes y hasta ministros que pugnaban por entrar a través de la reja principal, junto con García.
Una vez que el presidente, de la mano de su hijo Alan Simón Raúl, hizo su ingreso a la Sede de Gobierno, los chicos de Disciplina aprista literalmente tomaron Palacio.
(Así fue cómo, gracias a la estampida de los búfalos, me escabullí en lo que huachafamente se conoce como La Casa de Pizarro. Aunque también sufrí a los «compañeros»: uno de ellos trató de impedir que cruzara la reja de Palacio colgándose de mi espalda, aferrado a mi cogote. Tuve suerte: mientras yo me sacudía al impertinente bovino, la apretujada ministra Zavala perdía sus zapatos y ahora está enyesada.)
¿Qué pasó con los miembros de Seguridad del Estado? Desaparecieron. Hasta donde yo sé, al flamante Presidente de la República le correspondía ser protegido por sus Fuerzas Armadas, no por agentes partidarios cuasimilitares. Es comprensible que Alan confíe más en sus compañeros, pero ¿exactamente cuál será la función de los búfalos en los próximos cinco años?
Vídeo: Alan García: ¡Ya tengo el Poder!
Y SOBRE EL MENSAJE PRESIDENCIAL…
Link: Resumen y texto completo (agenciaperu.com)
Link: El loser de la jornada
Link: Lulú: ni sí ni no
Link: Gorriti y Tanaka comentan
Link: A la derecha tampoco le gustó
