noticias Miércoles, 19 octubre 2005

Sifuentes en Cabana

La semana pasada estuve en Cabana, Ancash, realizando un reportaje que terminó convertido en una crónica de viaje bastante trula (échenle un ojo que está divertida).

Pero este post no tiene mucho que ver con el desagravio que le infligimos al pueblo cabanista. Se trata, más bien, de un tema personal.

Resulta que en Cabana encontré algo bastante interesante: parientes. O, al menos, gente que se apellida como yo.

Como dijo una pariente en el reportaje, en la tierra de nuestro presidente viven tantos Sifuentes «como estrellas hay en el cielo». Aquí pueden dejar de leer, porque lo que viene sólo le puede interesar a, bueno, a los Sifuentes.

Para los demás: Ver video «Queremos tanto a Cabana»


Queremos tanto a Cabana
Cargado por ocram001

*

Los orígenes de mi bisabuelo, un tal Ricardo Sifuentes Dávila son bastante inciertos, misteriosos y, sospecho, bragueteros. En mi familia nadie sabe dónde había nacido ni de qué escapaba ni quiénes eran sus padres. El bisabuelo y el abuelo murieron sin que alguien se los preguntara.

Por supuesto, uno puede encontrar en Internet el origen del apellido. Al parecer, los Sifuentes, los Cifontes y los Afontes provienen de la misma rama (Cifuentes). Dependiendo del estudioso, el apellido tuvo su origen en Bretaña (Francia) o en Braga (Portugal).

La verdad, para mí, esta información era lo mismo que nada.

De forma tal que, cuando comprobé el superávit de Sifuentes en Cabana, decidí averiguar cómo y cuándo habían llegado al pueblo.


Antiguo libro de registro de los Mayordomos de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Cabana.

En la iglesia Santiago Apóstol, el padre Guillermo Álvarez, de los Oblatos de San José, me orientó muy gentilmente y me permitió buscar en sus incunables archivos.

El primer Sifuentes del que existe constancia en Cabana data del siglo XVIII. Según figura en el registro de los Mayordomos de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Cabana, el 8 de mayo de 1758 se realizó la primera elección para el Mayordomo del Jueves Santo. Consta en el libro que el honor recayó en un Andrés Sifuentes, quien -extrañamente- no firmó el acta de su elección. Al parecer, Andrés no sabía escribir.


Detalle del folio 140 del registro del Santísimo Sacramento de Cabana.

Y esta es mi pequeña contribución a los registros online de la historia del apellido. De nada, Sifuentes.